2015 no ha sido el año de Tom Sykes. Sin opciones de pelearle el título a su compañero de equipo, Rea, y siendo humillado por su propio compatriota con unas diferencias de números apabullantes, Sykes necesita reecontrarse. Y para ello debe ganar carreras, como hizo en Jerez. Ahora llega a un circuito en el que ya ha ganado tres veces y allí fraguó su primer y único hasta la fecha título mundial de Superbikes.

Para el que fuera campeón en 2013, el circuito de Francia es una cita "de contrastes" en su historial como piloto. "Es un circuito exitoso en cuanto a resultados, pero también fue un punto de inflexión para mi carrera, pues allí perdimos el Mundial en 2012 por medio punto". Sykes no olvida esa lluviosa tarde en la que, pese a hacer su trabajo y ganar la carrera, Biaggi amarró un quinto puesto que le arrebató el Mundial a Sykes por medio punto.

Foto: Kawasaki Racing Team

No obstante, al año siguiente, en 2013, ganó las dos mangas y puso tod de cara para proclamarse campeón dos semanas después en Jerez: "Tengo recuerdos contrapuestos, pues también he tenido éxito allí y el circuito me gusta", comenta el británico. El pasado año también fue difícil para él, pues llovió y se dejó unos puntos cruciales para el Mundial: "Las cosas habían ido muy bien durante todo el fin de semana pero después llovió y la carrera fue difícil", asegura Sykes.

Ahora le toca afrontar de nuevo el reto de Francia con el objetivo de ganar todas las carreras que pueda y recortar esa distancia de 22 puntos que Davies le lleva en la lucha por ser subcampeón. "Los fans de Kawasaki nos apoyan mucho y podemos escucharles en las tribunas. Siempre está lleno y Kawasaki es una marca fuerte en Francia. Estoy con muchas ganas de volver", comenta el campeón de 2013.