Tom Sykes cerró en Qatar la que ha sido, probablemente, la temporada más complicada carrera deportiva. Lo hizo con dos terceros puestos que no le permiten alcanzar un subcampeonato que ha recaído, finalmente, en las manos de su compatriota Chaz Davies. Sykes no ha cumplido las expectativas de pelear por el título a lomos de la mejor moto de la parrilla. Su compañero de equipo, Rea, le ha pasado literalmente por encima.
El campeón de 2013 es consciente de que no ha estado a la altura de lo que se espera de él, pero saca una lectura positiva de este curso: "Ha sido un año difícil, pero, en general, tengo que estar satisfecho conmigo mismo porque hemos estado trabajando mucho en un mal sitio", admite el de Kawasaki, que cierra el año con apenas cuatro triunfos (doblete en Donington, Misano y Jerez) y sin opciones de título por primera vez desde 2011.
"Hemos tenido un compromiso enorme y el hecho de haber estado consiguiendo todavía podios como estos es una motivación para la próxima temporada", comenta el tercero de la general, que no ha sabido adaptarse a un año de cambios reglamentarios. La degradación de las comas ha sido, sin duda, su asignatura pendiente. Este aspecto también le trajo dolores de cabeza en Losail. "En la primera carrera hemos tenido un problema técnico con la electrónica, configurada con el control de tracción completo y con menos potencia. He intentando regularlo, pero dos curvas más tarde volvía a estar en control completo otra vez. Así que realmente he tenido dificultades con eso, pero en la segunda he estado muy cerca de donde necesitamos estar", comenta el ex campeón del mundo.
Además, quiso felicitar a Davies por el subcampeonato logrado en la última cita del año. "Honestamente, es una pena haber perdido el segundo puesto en el campeonato y no haber podido mantener ese bonito récord, pero Chaz se lo merece", asegura un Sykes que, pese a estar decepcionado, está orgulloso por haberlo dado todo de nuevo. "Ha tenido una increíble segunda mitad de temporada y hoy ha sido de nuevo muy fuerte y ha pilotado muy bien. Le felicito. El tercer puesto no es nada de qué avergonzarse, pero espero que el próximo año podamos conseguir más", concluye el británico de 30 años.
