Finalizó la tanda de entrenamientos de pretemporada en Aragón. Ya sólo quedan las últimas pruebas de Jerez antes de empaquetar las motos hasta el próximo mes de enero, muy cercano al inicio del Mundial en Australia. Y parece que se mantiene la tónica de la temporada anterior, con Jonathan Rea en otra órbita y muy bien adaptado a su nueva montura. Parece que el hecho de haber sido padre recientemente no le ha afectado y está dispuesto a marcar una época en el Mundial de Superbikes.
Fue una jornada distinta a la primera, con mejores condiciones climáticas y, por tanto, con una mayor carga de trabajo en todos los equipos. Sin tiempos oficiales, el equipo Kawasaki publicó unos tiempos potenciales que situaban a Jonathan Rea en el 1:50'3, un crono que, de confirmarse, sería más rápido incluso que la vuelta rápida de la carrera de esta temporada. No estuvo sólo el de Kawasaki, pues Sykes también rodó, aunque se quedó a ocho décimas de su tiempo, en tercera plaza.
Entre ellos se coló, como en el Mundial 2015, la Ducati de Chaz Davies, ganador el año pasado en Motorland, y que aspira a dar un paso adelante este curso. El británico fue segundo, por delante de su provisional compañero de equipo, Xavi Forès, que fue quinto a la espera de que el piloto oficial, Davide Giugliano, pueda volver a subirse a la moto en los próximos entrenamientos de Jerez.
En Yamaha, rendimiento dispar entre sus dos pilotos. Alex Lowes acabó cuarto, rodando en un ritmo similar a pilotos como Davies o Sykes, pero en cambio Sylvain Guintoli tuvo más problemas y no pasó de la octava plaza, a dos segundos de la cabeza. Por su parte, en Honda siguen lejos de los mejores y tanto Van der Mark como Nicky Hayden acabaron a más de un segundo del tiempo de Rea. Hay trabajo en la fábrica del ala dorada, que sigue sufriendo el déficit de potencia que desde hace años le condena.