Los primeros compases parecen no haber ido como Jordi Torres esperaba. Haber sido operado días antes del inicio de temporada en Phillip Island pudo ser la razón por la que su rendimiento en las primeras carreras en suelo australiano no fuera el esperado. Así, un quinto y un séptimo puesto en Burinam hacen creer que el valenciano pueda brillar en su casa. 

El propio piloto ha asegurado que “correr en casa me da una motivación extra”. Además, el piloto número 81 se muestra confiado de cara a las dos carreras de este fin de semana en Aragón. Un circuito muy completo, donde la mezcla de curvas rápidas y lentas pueden ayudar a las características físicas de la BMW, tal y como Torres predice. Espera dar una alegría a la afición española en su Gran Premio, donde ya logró tener buenos resultados el año pasado, con un cuarto y un quinto puesto en su temporada como debutante en la competición. 

Tras dos carreras sobre suelo tailandés en las que tuvo que remontar para lograr una buena clasificación. En las próximas carreras, el de Rubí admite que necesita mejorar en la primera parte de la carrera si quiere encabezar el casillero de puntos. Además, ha utilizado las declaraciones previas para asegurar que, tras un cambio de equipo de equipo y de moto, la Aprilia del año pasado por la BMW. Este año lidera un equipo, el Althea Racing, donde, por el momento, se ha impuesto a su compañero de equipo, el alemán siempre ha quedado por detrás y, además, correrá por primera vez esta semana en Alcañiz.

En las declaraciones ha ratificado la confianza depositada en su equipo. Espera luchar con los puestos de privilegio de la categoría. Solo quedan tres días para conocer si el valenciano puede planear el asalto al título este año.

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