Mucho se ha hablado de Superbikes. De ese campeonato, a veces menospreciado por muchos, que cualquier aficionado de las motos gusta contemplar. Nació para eso, para traer la igualdad y por ende la emoción sobre las dos ruedas. La emoción sigue intacta hoy, ¿pero la igualdad? Poniendo la lupa a los resultados, cualquiera se da cuenta de que no: Kawasaki y Ducati se hacen con todo. O casi todo.

Foto: World SBK
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"Kawasaki ha estado en todos los podios y Ducati en catorce ocasiones"

Diseccionemos el mundial para entenderlo mejor. Nueve grandes premios, los disputados hasta el momento, dan para un total de dieciocho podios. Bien, Kawasaki ha estado en todos ellos y Ducati en catorce ocasiones. Pleno para los primeros, esa tiranía conducida por Jonathan Rea y Tom Sykes, un objetivo que, salvo en cuatro ocasiones, también consiguen los segundos. Los números hablan por sí sólos pero, por si fueran poco, ahí quedan también las palabras: "Nuestro objetivo era y sigue siendo volver a la cima del Campeonato", dejaba bien claro desde Ducati Ernesto Marinelli, en una entrevista para World SBK. A lo que seguía: "Nuestra moto ahora es muy equilibrada y competitiva en cualquier circuito y bajo cualquier condición. [...] Definitivamente tenemos un paquete que nos permite luchar por la victoria cada fin de semana, y la victoria es la única razón por la que competimos".

Foto: World SBK
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En la línea las palabras del campeonísimo Rea, quien añade además el prometedor futuro que les espera, no estando en sus predicciones que ésta era de éxitos acabe. Esta época dorada, eso sí, no nació de la nada, sino que viene de un duro trabajo de desarrollo, en Kawasaki en su mayoría ejercido por Tom Sykes, que lleva mucha evolución a sus espaldas, algo que le reconocía su propio compañero: "La nueva moto tiene un carácter completamente diferente. Es una moto que viene de muchos años de desarrollo y de feedback y la mayor parte es gracias a Tom".

Fijándonos en las victorias el fenómeno vuelve a repetirse, si bien está claramente tiranizado por 'los de verde': trece triunfos para Kawasaki (ocho de Rea por los cinco de Sykes), cuatro para Ducati (todos a manos de Davies) y uno para Honda (obra de Hayden). La experiencia lleva la delantera, queda más que patente. ¿La solución? Rodar, rodar mucho, y nunca dejar de sumar.

Las 'amenazas' más próximas 

Si nos aferramos a la presente temporada, pese a la pluralidad de marcas, hay pocas opciones reales que puedan covertirse realmente en una amenaza. Equipos como BMW o Aprilia aún necesitan tiempo y mayores recursos para poder brillar con el potencial necesario para luchar por el título, por muy competentes que sean algunos de sus pilotos. Así pues, los antagonistas de la tiranía no son más que dos: Honda y Yamaha. 

Honda, recién aterrizada, se presenta como la gran baza para romper el binomio Kawasaki-Ducati. No sólo por ser los únicos que han podido 'robarles' una victoria, sino por la presencia de sus dos pilotos, Nicky Hayden y Michael VD Mark, ya no sólo en el top five, sino también en el podio. De hecho, son los únicos que han acompañado a ambas casas en los cajones de celebración. Ronald Ten Kate lo anunciaba: "Nunca hemos dejado de trabajar o de creer en el proyecto, a veces sólo se necesita un poco de impulso y la victoria en Sepang nos lo dio", refiriéndose a la victoria de Rea a finales de 2014, un resultado que su fichaje estrella, Nicky Hayden, copió en casa, en el mítico circuito de Laguna Seca. La apuesta que resultó ganadora, la misma que arrastra Honda desde su fundación: el poder de los sueños.

Foto: World SBK
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Ese acierto evidencia a otros, como es el caso de Yamaha. La irregularidad de sus pilotos, a veces también penalizados por la mala suerte, no les ha permitido dar el definitivo paso adelante. En cuanto a la moto que conducen, ya avanzan en la dirección correcta: "Creo que quizá a partir del próximo año será una moto para ganar. Así que ahora se trata sólo de trabajar y seguir adelante", aseguraba Luca Cadalora. Con esa promesa nos quedamos, en la creencia férrea de seguir creciendo hasta convertirse, al fin, en las piezas del tablero que lancen el jaque mate a Kawasaki y Ducati. El juego, a fin de cuentas, no ha hecho más que comenzar.