Waylon Jennings: el hombre que llevó el country al margen de la ley
Waylon Jennings. (Foto: trovegeneral.com).

Son varios los discos ilustres que en este año 2013 cumplen su 40 aniversario. Entre este selecto grupo de álbumes que empiezan a peinar las primeras canas están nada menos que Aladdin Sane de Bowie, Let’s Get It On de Marvin Gaye o The Dark Side Of The Moon de Pink Floyd, por citar solo a tres de los más célebres, pero puesto que no faltará quien se ocupe o se haya ocupado ya profusamente de las respectivas efemérides de estos tres, nada impide que hoy cedan amablemente el protagonismo a otro compañero de promoción, a un disco cuya repercusión popular, en comparación con los citados, fue muy discreta (casi tanto como su austera portada), pero cuyo valor decisivo en su género no fue en absoluto inferior. ¿Su título? Honky Tonk Heroes. ¿Su responsable? Waylon Jennings. ¿El género? El que sale de debajo de los sombreros de cowboy. Y sí, esta es una historia de country.

Waylon Jennings no era un tipo cualquiera, o así lo corrobora su trayectoria. Lo primero que hizo, en un arrebato de originalidad, fue nacer, concretamente, un 15 de junio de 1937 en Littlefield, Texas. A los 8 años, su padre le enseñó a tocar la guitarra y dos más tarde el pequeño Waylon ya formaba su primer grupo. Con tan solo 21 años, en 1958, se unió en calidad de bajista a los Crickets de Buddy Holly, también tejano y con el que había trabado amistad en los años de adolescencia. A ambos les unía la influencia de las viejas melodías de country tejano de los Mayfield Brothers con las que habían crecido. Sin embargo, esa aventura duró poco más que un suspiro. Buddy Holly moriría un año después, en el tristemente célebre accidente de avión que arrebató asimismo las vidas de Ricthie Valens y The Big Bopper, y que sería recordado popularmente como “El día que murió la música”.

Durante los años siguientes, Jennings llevaría una itinerante carrera en solitario. Estuvo en Phoenix (Arizona) tocando en clubs nocturnos, y en esa misma ciudad firmó un contrato con una modesta discográfica que le permitió grabar algunos temas que se convirtieron en éxitos a nivel local. Asimismo, para otro sello tuvo ocasión de grabar un disco entero, toda vez que colaboró como guitarrista en un álbum de la antigua estrella del country Patsy Montana. Con todo, el nombre de Jennings empezaba sonar cada vez más fuerte dentro del panorama country, de modo que fue recomendado por el guitarrista Duane Eddy y por el cantante Bobby Bare al productor Chet Atkins, quien contrató a Jennings para la RCA. Este contrato abrió a Jennings las puertas de la meca del country, Nashville (Tennessee), adonde se mudó en 1965. Sin embargo, Jennings no se sentiría cómodo allí. La industria discográfica de Nashville era un sistema engranado hasta el más mínimo detalle por los productores y Jennings pronto se sintió encorsetado dentro del llamado Sonido Nashville (que ya por esos años había evolucionado a lo que se conoció como Countrypolitan), el cual consistía, explicado de modo muy somero, en la substitución del tradicional sonido Honky Tonk (violín, pedal steel guitar y voz más bien nasal y poco pulida) por elementos característicos del pop de los 50 y ajenos a la esencia country, como secciones de cuerda, uso de ritmos más caprichosos pero injustificados y un fraseo más melódico y almidonado por parte de los cantantes. De ese patrón no se le permitía Jennings alejarse ni un ápice, y buena muestra de ello es que ni siquiera le dejaban grabar, tal y como estaba acostumbrado, con su grupo, The Waylors, siendo este reemplazado por músicos de estudio bien adiestrados.

Sin embargo, el músico tejano no estaba dispuesto a convertirse en un Conway Twitty y Nashville no consiguió adiestrarlo. Así, siguiendo el camino de otro joven talento del country, Willie Nelson, a quien conoció en aquellos años, Jennings dejó la opresiva Nashville. Esto y la providencial entrada en escena de un manager nuevo, Neil Reshen, permitió a Jennings retomar las riendas de su carrera. Finalmente, en 1973, al margen no ya solo de Nashville, sino del control de la RCA, decide producir él mismo Honky Tonk Heroes. Evidentemente, el propio título del disco—título asimismo del tema inicial—es ya una explícita declaración de intenciones, pues en efecto Jennings se encomienda a sí mismo y a sus músicos la—“heroica”—misión de devolver al country su esencia, de despojarlo del carácter almibarado del Sonido Nashville.

Para la labor compositiva, Jennings contó con la colaboración de Billy Joe Shaver, un compositor tejano que empezaba a hacerse un nombre en Nashville. Así, Shaver terminó escribiendo o coescribiendo nueve de los diez temas del álbum. Sus letras, sombrías, evocadoras de un mundo de caos y perversidad, pero siempre desde una socarrona ironía (como aquella de la canción 'Black Rose', que dice: «When the Devil made that woman /Lord, it threw the pattern away / She was built for speed with the tools you need /To make a new fool every day») se amoldaban como anillo al dedo al sonido destripado que buscaba Jennigs, así como a su voz baritonal y con un sutil deje de cansancio.

Así, el country de Honky Tonk Heroes se destila varias veces en tempos lánguidos como los de 'Old Five And Dimers (Like Me)' (donde la voz de Jennings suena más tiernamente quejumbrosa que nunca), 'Willy The Wandering Gypsy And Me' o 'Ride Me Down Easy', en los cuales destaca, además, la guitarra pesarosa de Ralph Mooney.

Jennings, sin embargo, no pudo salvar por completo su disco de toda concesión a los intereses de la RCA. De ahí la inclusión del previamente exitoso single 'We Had It All', una balada que cierra el álbum y que, de algún modo, sorprende al oyente puesto que no hace sino romper la coherencia global del disco.

Si bien ningún hit salió del sonido descarnado de Honky Tonk Heroes, Waylon Jennings, con su “heroico” trabajo, sentó las bases de lo que en poco tiempo se conocería como outlaw-country, un country reducido a la esencia y devuelto a las raíces, es decir, efectivamente fuera de la ley promulgada por Nashville. Nada menos que gente como Willie Nelson, Kris Kristofferson o el mismo Johnny Cash se subirían a la locomotora que Jennings había puesto en marcha.

Lista de los temas de Honky Tonk Heroes (escritos todos por Shaver, menos en los que se especifica otro autor):

  1. 'Honky Tonk Heroes'
  2. 'Old Five And Dimers (Like Me)'
  3. 'Willy The Wandering Gypsy And Me'
  4. 'Low Down Freedom'
  5. 'Omaha' (Shaver/Hillman Hall)
  6. 'You Asked Me To' (Shaver/Jennings)
  7. 'Ride Me Down Easy'
  8. 'Ain't No God in Mexico'
  9. 'Black Rose'
  10. 'We Had It All' (Troy Seals/Donnie Fritts)
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