10 canciones de Navidad y una propina
Fotograma de 'Qué bello es vivir' (1946), de Frank Capra (fuente: scriptshadow.net).

Hay quienes en estas fechas dibujan una sonrisa en su cara solo con ver las calles de su ciudad nuevamente engalanadas con luces, quienes se sienten más que nunca amantes y amados o quienes rebosan de júbilo con James Stewart al final de Qué bello es vivir (aunque estos últimos, ¡ay!, son cada vez menos). También hay, por el contrario, quienes viven estos días como la intromisión invasiva de una felicidad impostada o institucional, una alegría obligada cuya vacuidad no hace sino sumir en la desazón y señalar unívocamente un sentimiento de soledad inconsolable. La Navidad, ciertamente, es algo que levanta fuertes controversias, eso es indiscutible. Sin embargo, todos comemos turrón, ¿verdad? Y así sea por muchos años. Y ya puestos, lo más recomendable es que cada trozo de turrón que alcance nuestros afortunados gaznates lo haga sazonado por un buen hilo musical, y ya se sabe que ahora toca lo que toca… “¿Villancicos?”, aventurará algún desalmado impiadoso.

No, ya sabemos que la mera evocación de la palabra “villancicos” puede provocar pústulas en aquellos que nada quieren saber de Nochebuena ni del cuidado de las barbas de los Reyes Magos. Sin embargo, sea como fuere, todos escucharemos canciones de Navidad estos días, y aunque unos lo harán al calor de sus seres queridos (sintagma navideño donde los haya) mientras que otros preferirán hacerlo melancólicamente a solas, lo importante es, como siempre, escoger bien. Por ello, ahí van 10 canciones de Navidad de auténtica calidad suprema, como el turrón. Al final, sí, se ha colado una más. Seguramente sea merced al espíritu navideño.

Es habitual en estos días de tradición que las televisiones programen películas de temática bíblica, como Rey de reyes. Nosotros, fieles feligreses, no seremos menos y empezaremos por el "Rey de reyes". Ya la había grabado antes pero la verdad es que en su sonado Comeback Special del 68 Elvis hizo la más tórrida versión que pueda imaginarse del blues Santa Claus Is Back In Town.

Precisamente, una admiradora incondicional de Elvis, como era Brenda Lee, una de las primeras princesas del pop, gravaba en 1958, con tan solo 14 años, este clásico navideño con sabor a batido de fresa: Rockin’ Around The Christmas Tree.

También princesas del pop fueron The Ronettes, una de las formaciones más populares de la época dorada de los grupos vocales femeninos. Tras ellas estaba uno de los artífices de ese esplendor, Phil Spector, quien en 1963 juntó a los grupos que tenía bajo su producción para grabar uno de los discos navideños más exitosos de la historia: A Christmas Gift for You from Phil Spector. Tres fueron los temas que interpretaron The Ronettes en este disco, pero hoy toca quedarnos con uno, así que ahí va Sleigh Ride. Irresistible “muro de sonido” navideño en toda regla.

Y ahora, otro rey, el del funk. Porque James Brown no iba a ser menos y dejar pasar la Navidad de largo. Así, si uno trata de imaginar It’s a Man’s, Man’s, Man’s World convertida en canción de Navidad, lo más probable es que dé con este Sweet Little Baby Boy, escrita por el propio Brown y Nat Jones, y grabada en 1966.

Cuando se publicó Islands en marzo de 1977, hacía cuatro meses que The Band había dado su último concierto, inmortalizado por Martin Scorsese en The Last Waltz. El álbum, el último de la banda (en su formación clásica, cuanto menos), fue concebido como un mero trámite para cumplir el contrato con la discográfica, es decir que, si bien se grabaron nuevos temas a propósito, también se utilizaron otros grabados años atrás. Así, aunque no da cuenta de lo mejor de un grupo absolutamente decisivo para la historia del rock como fue The Band, es de justicia reconocer en Islands algunos bellos momentos. Entre estos, este Christmas Must Be Tonight. Para la ocasión, Rick Danko a la voz principal.

A decir verdad, casi nadie se ha resistido a las canciones de Navidad. El mismo Jimi Hendrix grabó una versión guitarrera y, debe decirse, un tanto excesivamente ahogada en ácido de Little Drummer Boy. Así, menos sorprenderá que las grandes damas del jazz hayan contribuido también a engrosar la bien nutrida discografía navideña. Y a tenor de los resultados, ¿quién sería capaz de reprochárselo? Sin ir más lejos, Ella Fitzgerald pasó revista a un buen puñado de temas navideños en su álbum Ella Wishes You a Swinging Christmas (1960). Solo en una voz como la suya la pregunta What Are You Doin New Year’s Eve? puede insólitamente no sonar agobiante.

Y de Ella, a Sarah, porque también la Vaughan grabó en 1963 su álbum navideño. Se llamó Snowbound y empezaba con la canción homónima. También en Navidad Sassy es arrolladora y sofisticada.

Pero esta lista sería injusta y más arbitraria de lo que ya es si no pasara ni una sola vez por la vieja Europa, donde la Navidad es distinta. Así, en París, como no podía ser de otra forma, nos espera otra dama, y con ella, nos abandonamos a la Navidad de la calle, a Le Noël de la rue. La dama, Edith Piaf.

Sin duda, hubo épocas más navideñas que la nuestra. Las canciones de Navidad cada vez resultan más anacrónicas en relación con nuestro tiempo. Cada vez es más raro que un cantante o grupo dedique un disco a la Navidad. Sin embargo, siempre hay excepciones, e incluso algunas veces estas excepciones son felices, como la de She & Him, el dúo formado por Zooey Deschanel y M. Ward, quienes grabaron en 2011 A Very She & Him Christmas, una suerte de caja de bombones. Cogeremos uno: The Christmas Waltz.

Otra figura de nuestros tiempos, aunque prematuramente ya no entre nosotros, puso su voz al servicio de la Navidad. Esta es la lectura que Amy Winehouse hizo del clásico navideño I Saw Mommy Kissing Santa Claus. Como siempre, impecable.

Y hasta aquí los 10 temas de esta lista navideña. Alguien gritará, sin embargo: “¡Pero falta el bonus track!” No hay que alarmarse prematuramente. Lo prometido es deuda y el bonus track está aquí. Y nada mejor que terminar con el tío Louis: Zat You Santa Claus.

¡Feliz Navidad!

Y, sobre todo, Dios bendiga los polvorones de coco.

VAVEL Logo