Para todo deportista, ya sea nadador, atleta o tenista, el gran sueño de su carrera deportiva es sin duda participar en unos Juegos Olímpicos. Y ya que estamos, también ganar una medalla olímpica. Lo de ganar un metal en unos juegos es muy fácil de escribir, pero sin duda es tremendamente complicado de conseguir. Para llegar a subirse a lo más alto del podio no solo hay que tener un fondo de trabajo perfecto, sino que hay que demostrar talento y por supuesto tener la suerte necesaria para mantener a raya aquellos factores que estén fuera de nuestro control.

Unos Juegos Olímpicos es algo más que un mundial, o por supuesto una competición continental, salvo el caso del fútbol. Aquí es donde se mide, no solo el potencial de los deportistas y de los países participantes, sino que se evalúa también los avances del deporte a escala global, e incluso el nivel de desarrollo de las sociedades de diferentes países.

Brasil, y mas concretamente la ciudad de Río de Janeiro, dentro de menos de dos años tiene la oportunidad que no tuvieron Chicago, Madrid o Tokio, demostrar al mundo todo su potencial organizativo y más concretamente en el caso de Brasil, que se está convirtiendo en una sociedad más avanzada y próspera que desea estar en la primera línea en el ámbito deportivo. Y no solo Brasil estará a examen, sino que también se le echará un ojo a toda Sudamérica, ya que estos juegos de 2016 son los primeros de la historia a celebrar en esta región.

En España, y centrándonos en los que nos toca, la natación ha sufrido muchos cambios desde los juegos celebrados en Londres hace ya más de dos años, a pesar de conseguir los mejores resultados de la historia en el ámbito acuático. Hubo cambios en la dirección técnica de natación, en donde el antiguo director deportivo, Luis Villanueva, después de cuatro años al frente, decidió aceptar una oferta de la Federación de Nueva Zelanda, para dirigir la natación de alto rendimiento del país oceánico. También hubo cambios, y bastante polémicos, en la dirección técnica de natación sincronizada, en donde Anna Tarrés, la entrenadora que más medallas olímpicas ha dado a nuestro país, fue despedida.

Después de estos casos la RFEN se puso manos a la obra y nombró a los nuevos dirigentes que actualmente están en sus respectivos cargos. En la dirección técnica de natación nombraron a Jose Antonio del Castillo (CAR de Sant Cugat), Bart Kizierowski (CAR Blume Madrid) y Frederic Vergnoux (CAR de Sant Cugat) para estar al frente de la natación de alto rendimiento española, con el objetivo claro de mejorar los resultados de Londres.

A lo largo de estos dos años, la natación española sobresalió gracias, sobre todo, a las actuaciones de Mireia Belmonte. Desde sus dos platas olímpicas en Londres la nadadora catalana no para de ganar medallas en mundiales y europeos, batiendo récords del mundo, y dejando una sensación que nunca antes se había sentido en la natación española. En el mundial de Barcelona en 2013, aún teniendo un año convulso, en donde dejó el Club Natación Sabadell, por razones de salario, para fichar por la UCAM, consiguió un gran resultado obteniendo dos platas y un bronce, consiguiendo sobre todo su afianzamiento en la élite mundial. También empezó a asomar la cabeza otra nadadora de calidad como Melanie Costa que ganó la plata en los 400 libres demostrando que quiere hacerse un hueco en la natación mundial.

El pasado verano, el europeo de Berlín supuso un gran éxito para Mireia y para la delegación española en general, consiguiendo un total de siete medallas. Mireia ganó cinco de ellas (2 platas, un bronce y dos oros), Jessica Vall se llevó el bronce en los 200 braza y Duane Da Rocha se impuso en los 200 espalda batiendo un récord de españa legendario de la nadadora Nina Zhivanevskaya. 

Terminando este año ya, estamos actualmente a 590 días para que empiece el espectáculo olímpico en Rio de Janeiro, que eso ya será otra historia. En cuanto a las posibilidades del equipo de natación español en los próximos juegos, sin duda todas la miradas estarán puestas en Mireia Belmonte, que tendrá como objetivo llevarse el metal mas preciado, el oro. Para llegar a eso no tendrá en frente un camino de rosas. No hay que olvidar nombres como Katie Ledecky que sin duda estará llamada a triunfar en Río. No sabemos que cartas tendrá guardadas Mireia Belmonte, pero lo que es seguro es que tiene entre ceja y ceja el oro, para hacer historia y para entrar en el “Hall of Fame” del deporte español.