Termina la primera jornada de natación de los XVI Campeonatos del Mundo de la FINA en donde ha pasado de todo. La sorpresa sin duda la dio el equipo de relevos estadounidense del 4x100 libres masculino, que quedó fuera de la final y se clasificó por los pelos para los Juegos de Río de Janeiro. Toda una humillación para la superpotencia americana, fruto probablemente de una excesiva confianza y prepotencia, al no tirar a su cuarteto más competitivo, ya que creían que se iban a colar entre los ocho mejores con otro peor. No fue el caso, y lo pagaron caro.

La primera prueba de la sesión, las semifinales de los 100 mariposa femenino, siguió el guión previsto: Sarah Sjostrom contra el récord del mundo, y Jeanette Ottensen contra las demás. Dicho y hecho. Sjostrom logró batir el récord del mundo de Dana Vollmer, rebajándo hasta los 55,74, y se impuso con gran autoridad. La danesa Ottesen se coló en segundo puesto para la final con 57,04, y el corte se resolvió en un desempate que lo ganó Noemie Thomas con 58,05. Todos los pronósticos vaticinan que mañana Sjostrom volverá a ofrecernos otro recital.

La primera final de la competición fue el 400 libres masculino. La prueba estuvo dominada por el gran Yang Sun, que nos volvió a ofrecer un spring final de los suyos, terminando en 27,88 para colgarse el oro. El tiempo de Sun fue de 3:42,58, que superó al joven británico James Guy que obtuvo la plata con 3:43,75. Cerrando el podío, el nadador canadiense Ryan Cochrane privó al americano Connor Jaeger la posibilidad de subirse al podio, realizando una marca de 3:44,59.

Cuando escuchamos que llega la prueba de los 200 estilos femeninos, entendemos perfectamente de que le toca nadar a Katinka Hosszu. Y la verdad es que esta vez no defraudó. La húngara jugueteó durante toda la prueba con el récord del mundo de Ariana Kukors, pero se ve que tendrá que esperar a mañana. Hosszu se tuvo que conformar con volver a batir su récord de Europa, estableciéndolo en 2:06,94. Veremos mañana si podrá rebajar la plusmarca mundial de Kukors (2:06,15). También hay que destacar el récord del mundo junior que batió la turca Viktoria Zeynep Gunes, quedando en novena posición con 2:11,46.

La primera actuación española en la sesión de finales vino de la mano de Rafael Muñoz en los 50 metros masculino. Y decepcionó. Rafa no logró rebajar su marca matinal (23,36) y tuvo que conformarse con unos 23,44 y con un 12º puesto final. Sabor agridulce para el español que veía a su lado como el gran Florent Manaudou lograba batir el récord de Francia con 22,84. Va a ser muy difícil superar al francés en la final, que querrá acercarse lo más posible al récord del mundo de Rafa (22,43). Batirlo sería una proeza.

Los americanos se estrenaron en el medallero de la natación en la segunda final. La primera medalla fue obra de la prodigiosa Katie Ledecky, que se mostró intratable como siempre, ganando el oro en los 400 libres femenino con 3:59,13. Ledecky nadó casi toda la prueba por debajo del récord mundial de Pellegrini (3:58,37), pero finalmente se tuvo que conformar con batir el récord del campeonato. La española Melani Costa defendió su medalla de plata lograda en Barcelona hace dos año, pero en esta ocasión finalizó en sexta posición con 4:06,50.

Uno de los duelos más apasionante de la competición será el que tendrán mañana el sudafricano Cameron Van Der Burgh y Adam Peaty. Los reyes de la braza actual, con permiso del lituanio Giedrius Titenis, no están dispuestos a compartir corona, y mañana se verá quien es el mejor. De momento en las semis se respiraba un ambiente de duelo psicológico. Van Der Burgh quiso mostrar sus cartas, y batió el récord de los campeonatos que Peaty batió en las preliminares, con unos 58,49. En la segunda semifinal Adam Peaty quería poner las cosas en su sitio y volvió a rebajar el récord de los campeonatos, estableciéndolo en 58,18, muy cerca de su actual récord del mundo, 57,92. Veremos que pasará mañana, en una final en la que el duelo Peaty-Van Der Burgh será trepidante.

Para terminar la sesión se disputaron las pruebas de relevo de 4x100 libres femenino y masculino. En la categoría femenina, la segunda medalla americana de la jornada no fue tan celebrada. El potente cuarteto americano, liderado por Missy Franklin, logró un amargo tercer puesto con 3:34,61; siendo superado claramente por Holanda con 3:33,67, y por Australia. El cuarteto australiano ganó con autoridad, y batió el récord de los campeonatos con 3:31,48.

El 4x100 libres masculino estuvo dominado de cabo a rabo por el potente equipo francés. El cuarteto formado por Metella, Manaudou, Gilot y Stravius se colgó el oro con 3:10,74; seguido de Rusia con 3:11,19, y de Italia con 3:12,53.