Diversos especialistas en natación afirman que cuando una nadadora se baja del pódium en una prueba olímpica es muy complicado que vuelva a él. Este hecho por lo general sucede por la veteranía de la misma o porque otros han llegado desde atrás y han desbancado de los puestos de honor, en este caso a Federica Pellegrini. La italiana se colgó la medalla de oro en los JJ.OO. de Pekín 2008 en la prueba de los 200 libres pero en la reválida de su título en Londres falló y se quedó fuera del pódium.

Con la decepción de Londres, Pellegrini todavía contaba y cuenta en su haber con el récord mundial de la marca. Establecido en el Mundial de Natación de Roma de 2009 con 1:52,98. Además de esta plusmarca mundial también posee la del 400 libres, lo que la convierte en una de las mejores nadadores del medio fondo. La italiana, tras el fracaso de Londres (quedó quinta en la final) muchos hablaron de que la reina de la prueba había quedado destronada, pero la joven de 27 años se ha empeñado en quitarle la razón a todos los periódicos de su país y en los clasificatorios olímpicos de su país ha vuelto por la puerta grande.

Cuarta marca mundial

Las mejores credenciales que puede presentar una nadadora son sus marcas y eso ha hecho precisamente Pellegrini, 1:55,30 ha sido el registro que ha realizado en su país y que le ha servido para conseguir el billete olímpico para Río de Janeiro. Se da la circunstancia que la plusmarquista mundial es la única italiana que tiene la mínima para el evento del próximo verano en tierras brasileñas. La transalpina está empeñada en volver a lo grande y recuperar lo que fue suyo en Pekín y que le arrebataron en Londres. Será curioso ver como una deportista que fue casi desahuciada por los medios de su país, vuelva a las portadas, posiblemente, con una medalla colgada en su cuello. Sus marcas están ahí para corroborarlo de momento.