Una luz al final del túnel, un soplo de aire fresco en una habitación cerrada durante años o un brote verde en un desierto. Son muchas las metáforas que pueden emplearse para entender lo que supone y lo que supondrá Hugo González Oliveira para la natación española. Sus condiciones físicas y técnicas son inverosímiles para un chico de su edad, y su potencial no ha pasado desapercibido para nadie. Es el diamante en bruto que todos pulen y miman, con la esperanza de que pueda dar muchas alegrías en forma de medallas.

Desde el Centro de Tecnificación de la Federación Madrileña y el Real Club Canoe, se intenta mitigar al máximo el ruido mediático que su historia pueda generar. Pero Hugo González ha pasado de promesa a realidad. Su presencia en Río de Janeiro con las marcas con las que se presenta así lo atestigua. Brasil verá la primera brazada de lo que se presupone un camino hacia la gloria.

Hugo González de Oliveira. Foto: público.es
Hugo González de Oliveira. Foto: público.es

Nada que perder y mucho que ganar en Río

Hugo disfruta nadando, da rienda suelta a su pasión, y eso se nota. Sus 192 centrímetros de altura se desplazan por la piscina como si de un escualo se tratara, devorando récords nacionales y acortando la distancia respecto a los mejores del mundo. El niño que llegó a Madrid cuando solo tenía siete años, es actualmente un hombre, cuya única señal de adolescencia es el número que figura en su documento de identidad. Capaz de nadar bien en los cuatro estilos, su especialidad es la espalda.

Campeón del mundo junior en 200 metros espalda, competirá en esta disciplina en Río de Janeiro, con la vitola de posible revelación al llegar con la novena mejor marca del año. La logró en los Campeonatos de España, cuando nadó en 1,57, recortando en más de un segundo la mínima olímpica y erigiéndose en la segunda mejor marca de la historia de España con bañador textil, ya que desde que se regresó a los mismos en 2010, solo 34 nadadores lograron bajar del 1m57s.

Un objetivo alcanzable si no acusa la presión, es la de meterse en la final

Residente en Rivas Vaciamadrid y estudiante del bachillerato de ciencias, Hugo siente que el agua es su hábitat natural y parece superarse día a día sin especiales agobios. No entraba en los planes acudir a Río de Janeiro, pero tras la marca cosechada en los Campeonatos de España sería necio negar lo evidente. Hugo González está preparado para dar un salto en su progresión, y acudir a Brasil sin presión será importante para ver cómo canaliza el hecho de estar en unos Juegos Olímpicos sin ser mayor de edad. No se puede exigir un resultado notable, pero resulta imposible no soñar cuando se ve a este nadador en la piscina.