Siempre que llegan los Juegos Olímpicos y se habla de natación, todos los pensamientos van dirigidos hacia la misma persona, el tiburón Michael Phelps. Pero a la leyenda estadounidense le ha salido una firme rival, una joven nadadora llamada Katie Ledecky.

A sus 19 años ha conseguido una gesta al alcance de unos pocos. En su segunda partición en unos Juegos Olímpicos se ha subido al escalón más alto del podio en cuatro ocasiones, en las modalidades de 200, 400 y 800 estilo libre, en el relevo 4x200 libre. Además se ha colgado la plata en el 4x100.

Cuatro medallas de oro y una de plata en Rio 2016

Y por si todo esto fuera poco, ha conseguido establecer dos récords del mundo, en el 400 y 800 estilo libre, con unos registros de 3:56:46 y 8:04:79, respectivamente.

En una rueda de prensa, la campeona olímpica se mostró clara y concisa: "Después de los Campeonatos del Mundo de 2013 me puse tres metas: nadar en 3:56 en los 400 libre, bajar de 8:05 en el 800 y ser oro en el 200. Lo he conseguido, así que es el momento de fijarme nuevos retos".

La plusmarquista mundial hizo una de esas carreras que se quedan en la memoria de todos. En los 800 estilos impuso un régimen de principio a final. Venció a todas sus rivales, incluida Mireia Belmonte, con una facilidad pasmosa, logrando una ventaja de más de diez segundos. 

Se ha erguido como la tirana de la natación, aunque esa no es una meta que le apasione, su verdadera meta es "dar el máximo" cada vez que sale a la piscina: "Ese es el mayor objetivo. Nunca he pensado en ejercer un dominio porque eso sería fijar mis metas en base a otra gente"

Ledecky, a pesar de su corta edad, no quiere quemar etapas más rápido de la cuenta: "No siento que yo sea más que mis compañeros, mis entrenadores, mis amigos y mi familia. Por supuesto, quiero ser algún día profesional pero primero quiero formarme", concluyó la nadadora de Washington.