La lucha por las medallas se antojaba apasionante entre Italia y Rusia. El combinado transalpino alcanzó la gloria en 2004 conquistando el oro olímpico y tenía una gran oportunidad de volver a subir al podio 12 años después y colgarse la segunda presea de su historia. Por su parte, el conjunto del este de Europa ha progresado notablemente en los últimos años y llegaba a la penúltima ronda del torneo tras dejar fuera a la segunda máxima favorita, España, por lo que el encuentro se presumía equilibrado y donde cualquier pequeño detalle podía desnivelar la balanza en favor de uno u otro equipo.

Reacciones inmediatas

Las rusas comenzaron el encuentro muy acertadas, e Ivanova desde lejos batió a la guardameta italiana para establecer el 0-1 en el marcador. El punto fuerte del combinado ruso es la excelente utilización de los contraataques, y todos sus rivales saben que es el aspecto a vigilar con mayor atención. Sin embargo, un despiste defensivo permitió a Rusia salir al contragolpe, situación que no desaprovechó Gorbunova para aumentar la ventaja en el marcador.

La reacción italiana no se hizo esperar, y Arianna Garibotti asumió los galones en ataque y, en dos acciones consecutivas, logró equilibrar el partido. Primero con un precioso lanzamiento, inalcanzable para la portera rusa, y luego con un potente disparo lejano que acabó tocando la red. 2-2 e Italia se metía de lleno en el partido y comenzaba a crecer en defensa, aumentando sobremanera la dificultad de las rusas para encontrar buenas posiciones en ataque. Con buenas acciones de ambas porteras se terminó un primer cuarto cargado de emoción.

Italia fue creciendo en el partido con el paso de los minutos

El segundo periodo no pudo comenzar mejor para las transalpinas. Superioridad numérica aprovechada a la perfección por Tabani que permitió al conjunto italiano adelantarse en el marcador por primera vez en el partido (3-2). Las rusas comenzaron a atascarse ofensivamente gracias a la solidez italiana, que dificultaba la circulación de balón y la posibilidad rusa de conectar con sus boyas. Con una férrea defensa, el ataque se afronta con mayor tranquilidad, y el cuarto tanto no tardó en llegar, esta vez obra de Bianconi.

Italia controlaba el marcador y el ritmo del partido, pero Rusia, un equipo muy aguerrido y combativo, no cesó en su empeño de alcanzar la final de Río 2016 y volvió a empatar el encuentro. Lisunova tras un pequeño error defensivo del combinado 'azzurro' y Glyzina, desaparecida hasta ese momento en el partido, tras aprovechar un dos contra uno establecieron el 4-4 en el electrónico. Pero al igual que en el primer periodo, las italianas tuvieron la capacidad de responder inmediatamente, y Garibotti y Radicchi, con dos tiros lejanos, provocaron que las italianas se marcharan al descanso con una ventaja de dos goles (6-4). 

Plan perfecto

Tras la reanudación, el guión del partido se asemejó al de la primera parte. Rusia no encontraba la forma de batir a Gorlero e Italia creaba mucho peligro en cada ataque. Garibotti quería ser la gran protagonista del partido y consiguió el séptimo tanto italiano en su primer lanzamiento de la segunda mitad, aumentando la ventaja de las transalpinas (7-4). Una ventaja que sería mayor poco después, esta vez con un tanto lejano de Tania Di Mario, que se estrenaba en el encuentro para colocar el 8-4 en el marcador y acercar a Italia a la gran final.

A partir de ese momento, y con la importante ventaja de cuatro goles, la selección transalpina leyó el partido a la perfección y estiró cada ataque hasta los últimos segundos de la posesión, manteniendo siempre un sobresaliente nivel defensivo y utilizando esta táctica para evitar los contragolpes rusos. El planteamiento salió a la perfección, pues Italia consiguió finalizar el tercer periodo con esa ventaja de cuatro goles, lo que suponía agarrar prácticamente con las dos manos una medalla en estos Juegos Olímpicos de Río 2016.

Arianna Garibotti, con cinco goles, sostuvo el ataque italiano

El seleccionador ruso decidió cambiar de portera y dio entrada a Ustyukhina en lugar de una 'desaparecida' Karnaukh, y la guardameta rusa entró con buen pie en el encuentro, realizando dos buenas paradas. A esta pequeña mejora defensiva se sumó un tanto de Lisunova (8-5) que volvió a meter a las rusas en el encuentro. Pero esta tímida reacción fue un espejismo, porque Chiara Tabani volvió a aparecer para colocar de nuevo una renta de cuatro goles y, a falta de cinco minutos, sentenciar prácticamente el partido.

Las rusas no tiraron la toalla y con goles de Ivanova y Prokofyeva establecieron el 9-7 en el marcador a falta de 3:17 para la conclusión del partido, lo que aumentó la emoción en este tramo final del encuentro. Hasta que apareció Arianna Garibotti. La jugadora italiana logró su quinto tanto y cortó de raíz cualquier intento de reacción rusa, que pese a todo volvió a situarse a dos goles gracias a un tanto de Grineva (10-8). Bianconi primero y Queirolo después, con un lanzamiento desde el centro del campo, sentenciaron un marcador que sólo se movería en los últimos segundos con un gol de Soboleva que estableció el definitivo 12-9.

Italia se asegura, al menos, la medalla de plata y ya espera en la final a Estados Unidos o Hungría, que disputarán la segunda semifinal. Las italianas han completado un excelente torneo y logran la segunda medalla olímpica de su historia. Por su parte, Rusia aún tiene opciones de subir al podio si vence a estadounidenses o húngaras en la lucha por el bronce.