Finalizaron los Juegos Olímpicos dejando un sabor agridulce tanto en el combinado masculino como en el femenino. A pesar de ir introduciendo poco a poco a las nuevas generaciones de jugadores, a España le ha faltado ese punto de suerte necesario en estos tipos de torneos para hacer algo más grande. Aun así, hay que estar orgullosos del trabajo y de ver que nunca se han rendido cuando había un balón de por medio. Sólo queda darles las gracias a todos y cada uno de los integrantes de ambas selecciones por hacer vibrar al pùblico con este maravilloso deporte.

Buen juego sin premio

Los de Gabi Hernández empezaron perdiendo de forma inmerecida ante Italia (8-9) por el nivel mostrado de los nuestros en las piscinas del Centro Acuático María Lenk, pero supieron resarcirse de la derrota cosechando tres victorias consecutivas (9-10 ante USA, 4-9 ante Croacia que a la postre sería plata y 4-10 ante Francia) y un empate ante Montenegro (9-9) nos llevaron al primer puesto del Grupo B con siete puntos.

En cuartos de final nos tocó el peor rival posible. El que nadie quería. Una Serbia que a pesar de no cuajar un gran torneo hasta la fecha, seguía siendo un equipo temible. Y así fue. El conjunto español que venía practicando un gran waterpolo, jugó su partido más regular del campeonato y sucumbió ante los balcánicos (10-7) despidiéndose así de sus opciones de obtener presea.

"Ha sido un palo muy duro" Chalo Echenique

Tras el varapalo de ver como los de Dejan Savic nos dejaban sin oportunidades de subirnos al podio en Río, el conjunto español tenía que seguir peleando para terminar lo mejor posible. El primer rival por el quinto puesto por Grecia. Los helenos fueron superiores y se llevaron la victoria (9-7). A pesar de ser por un séptimo puesto, cerrar unos Juegos Olímpicos con victoria siempre te deja un buen sabor. De este modo, España venció a la anfitriona Brasil por un ajustado 9-8 y se fue de Río de Janeiro en séptima posición.

Muy duro desde el principio

Desde el momento en el que España supo qué selecciones iban a ser sus rivales en Río, sabían que no iba a ser para nada fácil. Un grupo en el que están Estados Unidos, Hungría y China no es moco de pavo si a waterpolo femenino nos referimos.

Debutar en una Olimpiada siempre es complicado, y si encima lo haces ante Estados Unidos, más todavía. Las de Miki Oca no supieron parar a las norteamericanas en la jornada inaugural y cayeron derrotadas por un contundente 4-11. Cabe pensar que fue un mal día, pero viendo luego el camino de USA hasta el oro olímpico, no se les puede recriminar mucho a las nuestras. Cómo no podía ser de otra forma, el combinado nacional demostró una vez más carácter y orgullo para vencer luego a Hungría (11-10) y a China (8-12), para así terminar en la segunda posición del Grupo B con cuatro puntos.

En cuartos de final se midieron a Rusia, tercera del Grupo A y que sólo había conseguido doblegar a la anfitriona Brasil. Campeonatos de estas características no permiten que tengas un mal día, y menos si ese día es el del cruce de cuartos. Eso es lo que les pasó a las de Miki Oca. Tuvieron el peor día en el peor momento. Las rusas con un juego anárquico e individualista lograron meterse en semifinales al vencer por 12-10.

"No hemos jugado al nivel que teníamos que jugar" Maica García

Nadie duda de que fuera un palo muy duro para las españolas, pero tampoco nadie duda de que estas jugadoras nunca se dan por vencido y que cuando hay que sacar el carácter y el orgullo, lo sacan. Vencieron a China (11-6) y a Australia (10-12) para terminar en un quinto puesto de mucho mérito viendo la calidad y el potencial de las otras selecciones.

A pesar de no haber conseguido tocar metal en Río, estamos seguros de que tanto el combinado masculino como el femenino van a seguir dando muchas alegrías en años venideros. Carácter y futuro hay de sobra en ambas selecciones.