EAST RUTHERFORD, New Jersey -  El mayor le ganó al pequeño. Otra vez. Los Denver Broncos de Peyton Manning, sabio en estas lides, superaron con grandilocuencia a los New York Giants de su hermano. Siempre tiene morbo saber quién supera a quién. Y es que Peyton Manning parece estar viviendo su tercera -o cuarta- adolescencia.

Eli Manning cayó en la batalla fraternal y, junto con su equipo, demostró que todavía están a medio construir. Peyton reafirmó su gran momento en lo que para él, desde hace 15 años, viene siendo “un partido más”, llegando a 307 yardas y dando dos pases de touchdown. Impoluto en intercepciones. Todo después de la barbaridad de la semana pasada, cuando alcanzó siete pases de touchdown. Beberá de la fuente de la eterna juventud.

Vuelven los retornos de Trindon Holliday

Otro gran protagonista de la victoria de los Broncos fue Knowshon Moreno. Con sus dos touchdowns, el running back vino a decir que en Denver también saben jugar por tierra. Sus dos anotaciones fueron de bonita factura, con carreras de 20 y 25 yardas. Y aún hubo un tercer invitado a la fiesta de posibles MVPs de la noche. Trindon Holliday retornó un punt para 81 yardas. El MetLife quedó boquiabierto con la última estocada de unos grandes Broncos.

El segundo touchdown de Moreno le puso las cosas muy difíciles a los Giants bien entrado el tercer cuarto. En el último período, la bestialidad de Holliday sentenció el juego. Ya con 38-17, Eli Manning conectó para su único touchdown del encuentro. El problema crítico residió en que Eli lanzó nada menos que cuatro intercepciones. Desdibujado, desquiciado y roto ante la solidez del hermano mayor.

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Sobre el autor
Pablo Ramón Ochoa
Periodismo en la Universidad Jaume I de Castellón y redactor de NFL en vavel.com.