Con altibajos. Así es el transitar de Cowboys en las últimas temporadas. Con este panorama bipolar, será muy difícil de que avancen a postemporada con favoritismo. Aunque, en primer lugar, deberán avanzar a playoff. En ese caso, aun es temprano para avizorar el futuro de la mayoría de los equipos de la NFL. En 2009, Giants fue campeón del Súper Bowl habiendo remontado una campaña perdida en el último mes de diciembre.

Sin embargo, Tony Romo no es Eli Manning, aunque muchos crean que el mariscal de campo “vaquero” pertenezca a la elite del deporte americano, algo muy cuestionable. Tampoco Jason Garrett es Tom Coughlin. Por lo tanto, no debemos compararlos, simplemente, traer ejemplos para solventar que aún no es tarde para Dallas.

El triunfo ante Rams fue solvente. En el debut con Giants tuvieron que sufrir, como siempre. Y con Chiefs pudieron haberse llevado el triunfo. El panorama era alentador, hasta que San Diego apareció en el camino y remontaron un compromiso casi perdido. El segundo cuarto fue lo mejor que demostró el equipo liderado por Romo, cuando el quarterback se encontró con Bryant, para una notación de 34 yardas y, tras esa jugada, cuando Sean Lee corrió 52 yardas para un regreso de intercepción.

El resto del partido, fue inferior al conjunto de Philip Rivers, un mariscal que puede lanzar un pase notable y, en un mismo juego, sufrir intercepciones. Rivers sumó 401 yardas aéreas y registró tres touchdowns. Antonio Gates fue el jugador clave del partido, tras su anotación por un pase del mariscal de campo de 52 yardas. El veterano ala cerrada acumuló 136 yardas totales y arrastra dos partidos sumando más de 100.

Hay que destacar otros dos aspectos: el firme trabajo defensivo de San Diego, sobre todo, a la hora de bloquear el juego terrestre de Cowboys, ya que solo permitió avances por 92 yardas, y la combinación entre Rivers y Danny Woodhead, quien recibió dos pases anotadores.

Al igual que los “vaqueros”, Chargers también es un grupo inestable y su marca es 2-2. Los próximos cuatro juegos son accesibles para los californianos, previo a enfrentar a Denver. Justamente, Broncos viajará a Dallas la semana entrante y Romo deberá asumir muchas responsabilidades como líder y como conductor de la ofensiva. Delante, habrá un rival que podría triturarlo en pocos segundos y eso sería peligroso de cara al futuro inmediato de la franquicia.