Saints viene de ganar su primer partido como visitante en playoff, ante Eagles, pero no considero que sea importante este condimento para un equipo que ya ganó un Súper Bowl. Ese será el objetivo de Seattle, que jamás conquistó semejante trofeo, pero perdió su única final de 2006 ante Steelers. Los descansos pueden relajar a los mejores equipos, pero Seahawks tiene en la mira el 2 de febrero. 

New Orleans Saints (11-5)

Ofensiva (total 4°, pasando 2°, corriendo 25°): absolutamente dependiente de Drew Brees y sus receptores, sobre todo Jimmy Graham, el ala abierta que más touchdowns anotó en la temporada regular de la NFL (16). Si bien el año de Peyton Manning parece inigualable para los mariscales de campo, Brees tuvo un excelente desempeño y es uno de los mejores de la década. En 2013 quedó a solo 315 yardas del quarterback de Broncos, en la suma de yardas anuales por pase, y también ocupa el segundo puesto en pases de anotación. La subordinación al mariscal le ha dado a New Orleans muchísimos éxitos, incluido el Súper Bowl 2009, pero en las recientes temporadas bajó el índice de jugadas por tierra. La exclusividad a utilizar un solo plan de ataque podría ser perjudicial si te enfrentás con una defensiva destacada. Justamente, la de Seattle fue la mejor y si Brees falla o Ingram (su corredor) no aparece, entonces se acabará el año para Saints.

Defensiva (total 4°, pasando 2°, corriendo 19°): su fuerte está en la agresividad que ejerce sobre el mariscal contrario con Cameron Jordan y a la agilidad de sus profundos. Lynch va a correr, por lo tanto, deberá mejorar su muralla anti-runningbacks.

Seattle Seahawks (13-3)

Ofensiva (total 17°, pasando 26°, corriendo 4°): contrariamente a lo que ocurre con su rival, Seattle apuesta a uno de los mejores corredores de la NFL, Marshawn Lynch, quien sumó 1255 yardas en el año, con 12 touchdowns por tierra, más 36 recepciones y 2 anotaciones por aire. La potencia y habilidad de Lynch generaron expectativas desde su llegada a la franquicia en 2010. Sin embargo, la aparición de Russell Wilson potenció aún más lo que el corredor venía desarrollando en el ataque de Seahawks. El novato quarterback proveniente de la Universidad de Wisconsin explotó en su segunda temporada en el equipo, combinando juego aéreo y terrestre, con gran habilidad e inteligencia. Wilson se ubicó entre los mejores 10 mariscales de la campaña regular, con buenos números: 3.357 yardas en pases, 26 touchdowns y solo 9 intercepciones. Delante de Lynch y Wilson estará una defensa que, sobre todo, sabe detener ofensivas por aire, más que por tierra, y eso puede ser una ventaja a la hora de atacar corriendo.

Defensiva (total 1°, pasando 1°, corriendo 7°): la mejor defensiva de la NFL deberá probarse en situaciones extremas y ante un quarterback de elite como Brees. Éste es su máximo potencial para aspirar al partido de febrero.