Corría el año 1974, más concretamente el mes de junio, cuando tras una reunón entre el comisionado Pete Rozelle y la familia Nordstroom, se hacía oficial la instauración de una franquicia de football profesional en la ciudad de Seattle. Eran años convulsos para la liga, ya que en esta década se abordó la organización de algunas expansiones tras la fusión entre AFL y NFL, llevada años atrás, en 1966.

Finalmente, ya en 1976, comenzó a rodar el proyecto Seahawk en la ensenada de Seattle. El primer head coach del equipo fue Jack Patera, exasistente de Minnesota Vikings, que se mantendría en el cargo hasta 1982. La primera temporada acabó con un récord de 2-12, algo lógico en un equipo de expansión, pero se abría la esperanza para años venideros con la incorporación de nuevos talentos

Varios talentos pasaron por las frías tierras que circundan Seattle, Jim Zorn o Steve Largent son algunos de ellos, pero hubo que esperar a la llegada de Chuck Knox para las primeras alegrías. Cosechó en su primera temporada un récord de 9-7, llegando por primera vez a la postemporada, secundando el venidero año este éxito con un impresionante 12-4. Fue breve la alegría, ya que tras dos años de récords positivos, los Seahawks cayeron en una profunda crisis que a punto estuvo de acabar en traslado de la franquicia.

Con la llegada del nuevo mileno, llegaron a Seattle nuevos nombres que traían esperanzas renovadas. Paul Allen, uno de los creadores de Microsoft, compraría el equipo y contrataría como head coach a Mike Holmgren, que se mantendría una década en el puesto. De la mano de Holmgren, llegaría el primer gran nombre de la historia reciente de la franquicia: Matt Hasselbeck. El mariscal de Colorado se mantendría como quarterback indiscutible durante diez campañas, llevando de nuevo al equipo a cosechar récords positivos.

Hassellbeck lideró a Seattle hacia la Super Bowl en 2005, cayendo ante los Steelers en la gran cita de la NFL. A partir de este momento, la historia de ambos nombres transitaría unida por la gran liga. En 2007, conquistarían los Seahawks su cuarto título de división consecutivo, pero a partir del año sucesivo sufiría el declive de su gran estrella, que veía como las lesiones lastraban su juego.

Iniciada la segunda década del milenio, Hassellbeck quedaría colocado en la puerta de salida de la franquicia a merced de la llegada de los nuevos iconos de los de Seattle: Russell Wilson y Marshawn Lynch. Con Pete Carroll en la banda, ambos jugadores liderarían (y siguen haciéndolo), a la franquicia del estado de Washington a dos nuevas apariciones en playoff, poniendo la guinda en la presente temporada cosechando el mejor récord de la liga, siendo la mejor defensa y llegando a la segunda Super Bowl de la historia para los de Washington.