La súper final será inédita, sin antecedentes y, sobre todo, con los dos mejores equipos de la NFL como artistas principales. La ofensiva más efectiva de la liga se topará con la defensiva más dominante. Será el séptimo gran juego para la franquicia de Denver, mientras que Seattle disputará el segundo encuentro más importante de su historia.

Denver Broncos jugó un campeonato notable (ganó 13 y perdió 3 en temporada), con estadísticas explosivas y bajo la impronta de un mariscal de campo estelar. En su segundo año en el equipo, el veterano Peyton Manning lanzó como en sus años dorados. Podría ser una temporada de diamante para él si se le suman los récords logrados, el título de conferencia obtenido y, finalmente, un posible tazón en el final de su carrera.

Broncos tienen en su plantilla a cuatro jugadores que ya han jugado el Super Bowl, el propio Manning (ganó con Colts en 2007), Dominique Rodgers-Cromartie (en 2009), Jacob Tamme (en 2010) y Wes Welker (en 2008 y 2012). Para colmo, Denver rompió el récord de puntos anotados, con 606 unidades, y superando las 589 que tenían los Patriots en 2007. La contra: los últimos 7 equipos que batieron ese récord no ganaron el Super Bowl.

Con 37 veranos, Peyton Manning tuvo uno de los mejores años de su carrera, con 5477 yardas en pases, 450 completos, 55 touchdowns y solo 10 intercepciones. Notable. La línea ofensiva de Broncos lució vital para esta producción ya que Manning apenas fue capturado en 18 ocasiones, casi una por partido, lo que permitió movilidad, tiempo y espacio para cada jugada.

Asimismo, Demaryius Thomas, Eric Decker, Wes Welker y Julius Thomas sumaron 317 recepciones, 4284 yardas y 33 tochdowns, alcanzando cifras escalofriantes. El abanico de opciones para el quarterback veterano fue fundamental. Aunque, no todo fue ataque aéreo en Broncos porque el corredor Knowshon Moreno realizó 241 acarreos, para 1038 yardas y 10 TD’s. La combinación del juego ofensivo hace recordar la última etapa dorada de la franquicia, cuando John Elway era el quarterback y Terrell Davis su corredor.

No obstante, Broncos debe su presencia en el Super Bowl también a la defensiva, fortalecida en los partidos recientes y adaptada a situaciones complejas, como sucedió en la final ante Patriots cuando detuvo a Tom Brady. De cara al encuentro del domingo, Seattle cuenta con uno de los mejores corredores, Marshawn Lynch, y el objetivo primordial de Broncos será bloquear sus corridas con el balón. Ante ello, Denver fue la defensa número 7 en impedir jugadas por tierra, pero fue una de las peores cuando los rivales lanzaron pases.

Lo ocurrido en la final de la Conferencia Americana con New England Patriots ha sido alentador porque Denver mejoró en ese último aspecto. Russell Wilson es un quarterback de juego mixto y si decide lanzar lo hará inesperadamente. Será un buen partido para probar a la segunda línea defensiva de Broncos porque si juega bien, el trofeo Vincent Lombardi se irá a Colorado.

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