San Diego dejó escapar el triunfo y Arizona dio vuelta un partido complejo, que había comenzado con bostezos, imprecisiones y pocas anotaciones en la primera mitad. Por suerte, luego del intervalo, el encuentro mejoró con las apariciones de los mariscales de campo, que tuvieron actuaciones disímiles: Rivers con aciertos y errores, mientras que Palmer fue discreto, aunque más seguro.

A la hora de medir riesgos, el quarterback de Chargers es más osado. La ofensiva le ofrece buenas herramientas para lanzar y sus compañeros Tate, Floyd y Allen confían en su líder. Por su parte, Carson Palmer está disputando su segundo año en Cardinals y debe remontar la imagen del mariscal de campo, alicaída en esta franquicia desde los tiempos de Kurt Warner. Además, tras la desintoxicación que todo ex Raiders atraviesa, Palmer recién este año podrá considerarse valioso en el equipo. El veterano demostró que bien rodeado es capaz de lanzar cualquier tipo de pase.

Olvidándonos de la primera etapa, en el tercer cuarto, San Diego anotó touchdowns tras dos series ofensivas bien manejadas por Rivers, una de ellas completando 6 de 6 lanzamientos con 82 yardas recorridas y una anotación de Floyd por aire. En la siguiente serie se lució Ryan Mathews quien acarreó el balón 20 yardas y dejó el parcial de 17-6. El juego estaba controlado y Arizona no encontraba la salida. Sin embargo, la defensiva fue la que levantó el espíritu de lucha de Cardinals para una remontada exitosa.

Luego de una intercepción clave a Rivers y de un bloqueo memorable del novato apoyador Jerry Attaochu, los locales se envalentonaron y reaccionaron a tiempo. Arizona perdía por 11 puntos en el último período. A 12 minutos y medio, Palmer se combinó con Taylor para un pase anotador y la decisión de convertir dos puntos extra fue arriesgada y fallaron. Esta serie fue larga, pero productiva para acortar el cronómetro. Palmer la sufrió, aunque gozó al final.

Del mismo modo, faltando 2 minutos y medio, la acción ofensiva de Cardinals tuvo al veterano Palmer como actor principal al combinarse con sus receptores hasta la anotación de John Brown, quien atrapó un pase de 13 yardas. Fue la última variable en el tablero porque nuevamente fallaron en la anotación de dos puntos y San Diego no pudo alcanzar posición de gol de campo con 1:49 por jugar.