Es conocido por muchos, que la NFL trabaja la opción de ampliar la liga y entre otros equipos, uno de los principales candidatos es uno con sede en Londres. Partidos como éste son con los que se crea afición. Tuvo que ser en Londres, en Wembley donde se viviera el partido más atractivo para el público de esta semana 8.

Los Falcons empezaron mucho más fuertes y en el primer cuarto ya iban 14 puntos por encima gracias a dos touchdowns, uno del novato Devonta Freeman con el que se estrena en la NFL y otro de Bear Pascoe, también el primero de su cuenta personal en la temporada. A pesar de enfrentarse a la peor defensa de la liga, los Lions no eran capaces de avanzar con mucho peligro.

El segundo cuarto no traía mejores noticias para los de Detroit. Ryan fue interceptado por Mathis que cruzó todo el campo quitándose a rivales con innumerables fintas hasta llegar a la zona de anotación. El que podía haber sido el touchdown de la semana se quedó en nada porque los árbitros señalaron una infracción antes de todo. El drive paso de un extremo a otro porque Atlanta puso la máxima diferencia al convertir su tercer y último touchdown del partido.  De ahí en adelante los Falcons desaparecieron del partido.

Un gol de campo de Matt Prater, que más adelante se convertiría en el héroe del partido, estrenaba el luminoso de los Lions. Poco después y aprovechando un error en la defensa zonal de la secundaria de los Falcons, Stafford encontró a Golden Tate en la zona de anotación con un pase de 59 yardas para poner el marcador 21-10. Los Falcons no eran capaces de pasar de su campo y para colmo Matt Ryan cometió un error garrafal y fue interceptado. Esta jugada se cobró con otro gol de campo de Prater pero ya en el último cuarto, que hacía saltar las alarmas en la banda de Atlanta.

Detroit se aprovechó de los muchos espacios que dejaba la defensa de Atlanta y después de un buen drive protagonizado en su mayoría por pases cortos para romper la línea, llegó el segundo touchdown. Theo Riddick fue el encargado de llevar el ovoide a la zona de anotación. Quedaban tres minutos así que se lanzaron a por la conversión de los dos puntos extra para buscar el empate pero fallaron. El marcador estaba 21-19 para los Falcons, que si conseguían los siete puntos, cerraban el partido pero no fueron capaces de modificar el marcador y a falta de un minuto y medio despejaron el ovoide. El gol de campo le valía a los Lions y después de un último drive espectacular, llegó la locura.

Final de infarto

Quedaban cuatro segundos y los Lions tenían la opción de ganar el partido. Matt Prater, el mismo que hiciera historia la pasada campaña con los Broncos al anotar el gol de campo más largo de la historia de la NFL con 64 yardas, tenía la oportunidad de volver a brillar, pero esta vez para los Lions. El kicker hizo volar el ovoide pero éste no entro entre los palos, los jugadores de los Falcons ya celebraban la victria, cuando un pañuelo voló. Los arbitros habían marcado delay of game así que tenían otra opción pero 5 yardas más atrás. Esta vez el de Ohio no falló y se desató la locura final.

Esta dura derrota coloca a los Falcons (2-6) terceros de la NFC Sur pero a tan solo una victoria de sus rivales. Los Lions por el contrario se ponen líderes de la NFC Norte con un balance de 6-2.