El partido hizo entrever que podía ser espectacular después de que ambos equipos lograran llegar a las diagonales en su primera ofensiva. Primero fueron los Packers que recorrieron 80 yardas y culminaron con un pase de Aaron Rodgers a Randall Cobb. Posteriormente los Saints recorrieron la misma distancia y Brandin Cooks hizo un acarreo de  4 yardas para empatar el partido.

Posteriormente las ofensivas empezaron a imponerse y Mason Crosby por Green Bay y Shayne Graham por los Saints, se enfrascaron en un duelo de field goals que sirvieron para culminar los drives de sus equipos y que mantuvo empatado el partido 16-16 al descanso.

Ya en el tercer periodo parecía que Green Bay volvería a sumar de a 7 puntos, pero un pase interceptado a Aaron Rodgers en la yarda 2 de los Saints, hizo que los visitantes simplemente se quedaran con la miel en los labios. Peor fue la consecuencia cuando 4 jugadas después Drew Brees lanzaba su primer pase de touchdown de la noche para Brandin Cooks.

Dos ofensivas después Brees encontraba a Jimmy Graham en un pase de 22 yardas para touchdown para que el último cuarto empezara con los Saints 30-16 arriba. La situación no duró mucho así, ya que Brees lanzaría su tercer pase de touchdown, ahora para Josh Hill.

Los Packers trataron de poner un poco de interés al partido con un acarreo de 14 yardas de Rodgers para touchdown. Pero los Saints evitaron cualquier contratiempo con una bestial corrida de 21 yardas de Mark Ingram para touchdown que puso las cifras definitivas a tres minutos del final.

Los Saints con la derrota dejan su marca en 3-4 y buscarán sumar su primera victoria de visitante el próximo jueves cuando vayan a Carolina para un vital partido divisional. Los Packers por su cuenta dejan su marca en 5-3, siguiendo a la casa de los Lions y tomarán su semana de descanso.