Los Houston Texans encajaron su segunda derrota consecutiva como locales y una vez más concedieron muchas yardas a su rival. Esta vez permitieron 483 yardas a la ofensiva de Philadelphia, que también cometió muchos errores y la de Houston se coloca como la peor defensa de la liga. Parece ser que Watt y sus chicos echan de menos a Clowney, que sigue recuperándose de su lesión de rodilla.

Dicen que el que pega primero, pega dos veces y así fue. Los Eagles se adelantaron con un pase perfecto de Foles para Maclin de 59 yardas que dejaba ver que la defensa aérea de los Texans esta justificadamente en la última posición de la liga. Solo en este partido, los Eagles avanzaron 293 yardas por aire.

El empate llegó gracias a un error de Foles, el quarterback de los Eagles fue interceptado por Bouye en mitad de campo y consiguió su primer touchdown como jugador de la NFL. La otra lectura de esta jugada es el declive de Foles, no es el mismo de la pasada temporada ni el de las primeras jornadas ni de lejos y para colmo justo al final del primer cuarto se lesionó y no regresó, su puesto lo ocupó el polémico mariscal que ha recalado esta temporada en Philadeplhia, Marc Sanchez. No polémico por su actividad extradeportiva sino por todo lo contrario.

Lo cierto es que Sanchez vio las dos caras en su regreso porque se estrenó con un touchdown de 11 yardas. El receptor novato, Jordan Matthews fue el encargado de llevar el ovoide a la zona de anotación para adelantar de nuevo a su equipo. Los Texans no encontraban el primer down y tuvo que ser gracias a un error de los Eagles, que empataran el partido de nuevo. Y esta es la otra cara de Sanchez, una intercepción absurda dejaba la posesión a los Texans y no perdonaron. Fitzpatrick conectó un pase profundo de 56 yardas para Arian Foster. Se llegó al descanso con un gol de campo de los Eagles que dejaban el marcador 14-17 a su favor y con la ofensiva haciendo mucho daño. 268 yardas avanzadas, de las cuales 202 fueron por aire pero eso sí, con una intercepción para cada querterback.

En la segunda parte los Eagles se despegaron, primero gracias a las buenas defensas que no dejaban avances muy largos, segundo a la efectividad de la ofensiva terrestre y tercero a los fallos de los Texans, que fallaron un intento de gol de campo aparentemente fácil. En tan solo cuatro jugadas, los Eagles avanzaron 70 yardas, todas por tierra, para aumentar la diferencia.

Otra intercepción a Sánchez hizo que el conjunto tejano tuviera la posesión para finalmente recortar la diferencia pero con un cúmulo de despropósitos por ambos bandos. Fitzpatrick también fue interceptado, esta vez por DeMarco Ryans, que soltó el ovoide para que de nuevo lo recuperara la ofensiva de los Texans. Los chicos de O´Brien estaban a solo tres puntos y quedaba casi todo el último cuarto pero con posesión para los Eagles y estos no fallaron. Gestionaron muy bien el tiempo y terminaron anotando el touchdown definitivo gracias a un pase de Sánchez a Maclin, que cerró el partido como lo empezó, con el ovoide en la enzone.