Los Seahawks empezaron el partido mucho más enchufados que los Giants, tanto es así que en menos de 3 minutos ya habían anotado el primer touchdown. Marshawn Lynch corrió una yarda para adelantar a los suyos y hacer más ruidoso si cabe el CenturyLink Field. Manning no era capaz de encontrar hueco gracias al buen trabajo de la línea defesiva de Seattle, que le forzaba a soltar pases vacíos que terminaban en cuarto intento.

El punto de inflexión para los de Tom Coughlin fue una intercepción de Bowman a Wilson. Esta vez los neoyorkinos no fallaron y anotaron con un pase de Manning a Parker después de un fallo en las marcas de la defensa aérea de los Seahawks. Uno de los puntos en los que más ha empeorado Seattle ha sido la defensa aérea zonal. Cuando el año pasado era referencia, en esta temporada estamos viendo fallos que muchas veces les cuestan partidos.

Hasta que no apareció Lynch, Wilson era el único que hacía daño en la ofensiva de Seattle y cuando el quarterback es el que consigue los avances terrestres más importantes, significa que algo no funciona bien. Esto se corroboró con otro touchdown de los Giants en el que los novatos fueron protagonistas. Por un lado Beckham, que atrapó dos pases larguisimos de Manning y Williams, que llevó el ovoide a la zona de anotación. El papel de Beckham esta siendo fundamental para los Giants porque esta supliendo la baja de Cruz con un éxito reseñable.

Los Seahawks se centraron y fue entonces cuando apareció la mejor version de "Beast Mode". Lynch y el propio Wilson bordaron un buen drive en el que se la llegaron a jugar en cuarto intento.  La propia “bestia” terminó rematando la jugada con un touchdown que empataba el encuentro a 14. Justo antes del descanso los Giants se adelantaron con un gol de campo que dejaba ver una mejoría en la ofensiva del Big Blue respecto a los pasados encuentros.

Seattle no empezó bien la segunda parte. Wilson fue interceptado por segunda vez dejando clara que la ofensiva aérea no es una amenaza seria de este equipo. Los nervios y las prisas se apoderaron de los locales, las penalizaciones eran constantes. Un ejemplo visible fue un false start a pulgadas de la zona de anotación de los Giants, que les retraso a la yarda 5. El resultado quedo en gol de campo para empatar el partido a 17. Con los Giants metidos en el partido y jugando bien, llegó el errror. Manning fue interceptado en un pase largo para Beckham y de ahí en adelante los Seahawks y Lynch, se llevaron por delante a los de Nueva York.

Otros dos touchdowns de Lynch, que fue el mejor del partido con cuatro y 140 yardas, y uno de Wilson, acabaron con toda esperanza para el equipo de Ton Coughlin. Seattle se lleva otra victoria trabajada, basada en Marshawn Lynch y por parte de los Giants, con su cuarta derrota consecutiva, toca pensar en la próxima temporada y reforzar el aspecto psicológico, los partidos son cuatro tiempos de 15 minutos.