Bajo la nieve, Jay Cutler volvió a ser el líder de un equipo que se había autodestruido hace algunas semanas. El inicio de la campaña era alentador, sobre todo porque Chicago lucía como un duro contendiente, con una base sólida y forme en todas sus líneas. Sin embargo, dos factores incluyeron para la caída: las lesiones y los problemas de vestuario, donde Cutler fue víctima de algunos disparos. Sin embargo, desde la directiva se encargaron de desmentir las críticas de Brandon Marshall hacia su quarterback. El domingo, ambos jugadores volvieron a comulgar, aportando dos touchdowns para la victoria ante Minnesota.

La nieve enfrió de entrada a Chicago, algo inusual cuando las temperaturas son extremas por la “ciudad del viento”. Vikings dominó el primer cuarto, con un gol de campo y una notación de Teddy Bridgewater y Rhett Ellison, tras un pase de 4 yardas. El trabajo defensivo de la visita fue vital para el comienzo porque Jay Cutler tuvo problemas para encontrar a sus receptores.

No obstante, todo cambió en el segundo cuarto, momento clave del encuentro para dar vuelta el marcador. Cutler encontró a Alshon Jeffery, tras un pase de 27 yardas, y luego realizó la jugada más asombrosa de la tarde, al lanzar una anotación de 44 yardas para unirse con Brandon Marshall, quien atrapó el ovoide en zona de anotación. Fue demasiado para Vikings, que jamás pudo levantarse de tremendo bombazo.

El tercer cuarto fue errático, con errores y ningún punto apuntado. Hasta Cutler fue interceptado. En definitiva, el último período sirvió para mantener la diferencia porque el juego se había acabado en el segundo cuarto. Marshall anotó nuevamente por aire y Minnesota apenas marcó un gol de campo.

Bears fue quien más arriesgó, cuadruplicaron la cantidad de yardas del rival y también tuvieron el doble de posesión del balón que Vikings. Atrás quedaron las polémicas y Cutler se entendió perfectamente con Alshon Jeffery (136 yardas, 1 TD) y con Brandon Marshall (90 yardas, 2 TD). Más allá de las dos intercepciones al quarterback cuestionado, fue un buen juego ofensivo del equipo, que también demostró supremacía por tierra, con las 117 yardas de Matt Forté.

Sin embargo, la defensiva de Chicago, que empezó mal, merece un recuadro aparte porque en el cierre del partido fue determinante, con la acción de Ryan Mundy, al interceptar a Bridgewater en el último minuto, y con la captura de mariscal de Jared Allen.

Minnesota venía de dos triunfos seguidos y cayó ante su rival de división. Además, fallaron un gol de campo en el tercer período que pudo haberlos acercado. El clima también impidió un field goal de Bears, que regresó a las buenas noticias luego de tres caídas. No obstante, ambos equipos deberán esperar al 2015 para cambiar el rumbo, ya que Lions y Packers dominan la NFC norte.