En 2010, Seahawks avanzó a playoff con record negativo. Esto se repetirá en el “sur” de la Conferencia Nacional, donde tres de los cuatro participantes tienen chances de arañar un comodín. Aquí puede suceder cualquier cosa, sobre todo porque se enfrentan entre sí. El más poderoso es New Orleans, más que nada por la plantilla y la presencia de Drew Brees. Sin embargo, Falcons ganó sus cuatro juego divisionales (atención a este dato), a pesar de la caída ante Packers en el MNF, donde demostró presencia ofensiva en los últimos minutos.

Hasta hace dos semanas, la sensación era que solo Atlanta o Saints clasificarían, pero el encuentro de Carolina del domingo reacomodó el panorama para complicarlo más. El juego de ataque terrestre fue determinante en el Superdome y la defensiva local jamás supo detener el avance de “Las Panteras”. A propósito de locaciones, Saints lleva cuatro derrotas en casa de manera consecutivas, otro dato llamativo.

El clima candente se vivió desde el inicio, cuando Cam Newton anotó su touchdown terrestre volando sobre la línea defensiva, festejando lógicamente por la destreza empleada. Inmediatamente, el apoyador de New Orleans, Curtis Lofton, reaccionó hasta increpar al quarterback, lo que culminó con una pelea generalizada y la expulsión de Brandon Williams.

En tanto, Drew Brees parecía inconexo con sus receptores, siendo interceptado en el primer cuarto. La agresividad con la que Panthers disputó el juego se vislumbró en ataque y en defensa. En total, Cam Newton marcó otros 3 touchdowns por aire y el equipo cortó la racha de seis derrotas consecutivas.

No obstante, los acarreos de Jonathan Stewart fueron decisivos y guiaron, junto a Newton, a la ofensiva visitante hacia una victoria inobjetable. Stewart anotó un touchdown tras un acarreo de 69 yardas y los lanzamientos de Newton que culminaron con puntos para Panthers fueron hacia Kelvin Benjamin, Greg Olsen y Fozzy Whitaker.

De cara al cierre de la temporada regular, Atlanta Falcons lidera la división y, para colmo, tendrá duelos ante ambos equipos. Carolina tuvo un año paupérrimo y la mediocridad del grupo le permite –tras el duelo ante Saints- mantenerse con vida hasta el final.