Es uno de los candidatos “tapados” por la NFC. Bajo la conducción del joven y maduro Matt Stafford, Detroit se consolidó durante este 2014, luego de un año para el olvido. A principios de la temporada, se realizó la “limpieza” necesaria para que los problemas de indisciplina queden atrás y así mejorar el rendimiento colectivo. Además, recuperó a uno de los mejores receptores de la liga y supo afianzar la defensiva.

Lions tuvo que lidiar contra Packers, uno de los favoritos, y contra Bears, que arrancó para comerse la división y culminó eliminado tras varios papelones. Sin embargo, nada detuvo a un plantel repleto de talentos y corregido a tiempo. La base de la ofensiva aún no explotó, pero las condiciones de Stafford, el despliegue y la potencia de Bell y las manos y piernas de Calvin Johnson, serán suficientes para pensar en grande durante la postemporada.

Más allá de la paridad del encuentro del domingo, Lions lució un poco más decidido a la hora de afrontar el duelo y supo golpear en los momentos decisivos. Mientras que la visita tuvo algunas dificultades en la secundaria. Así, “Megatron” Johnson atrapó 6 lanzamientos que sumaron 103 yardas. Igualmente, el juego terrestre de Detroit perforó la línea defensiva de Bears en dos ocasiones para anotar: primero con Reggie Bush (acarreo de 13 yardas) y luego con Joique Bell (corrida de 17 yardas).

En cuanto a Stafford, el mariscal había sido interceptado en dos oportunidades, pero supo recomponerse para alcanzar la marca de 4.000 yardas aéreas por cuarto año consecutivo. Por su parte, Jimmy Clausen fue el mariscal de Bears en reemplazo del polémico Jay Cutler, pero fue capturado en dos ocasiones por el temible Ndamukong Suh. A pesar de ello, Clausen anotó dos touchdowns, uno junto a Matt Forte, en el primer cuarto, y el otro con Alshon Jeffery en el tercer período.

Lions está en playoff por segunda vez en 15 temporadas, pero aún debe definir quién es el campeón divisional en el partido definitorio ante Packers. El juego de ataque mixto de Lions con el dúo Stafford-Johnson y sus poderosos corredores, más la defensiva, podrían llevar a la franquicia a culminar un año histórico.