Los Baltimore Ravens derrotaron el pasado sábado a los Pittsburgh Steelers jugando de visitantes y demostrando su seriedad como conjunto. El partido era de la primera ronda de playoff (Wild-Card Round) y suponía un duro trámite para ambos equipos, que además, son rivales divisionales. Precisamente, los Steelers llegaban tras vencer en la última jornada a Cinccinati para asegurarse ganar la división y jugar como locales, mientras que Baltimore consiguió clasificarse tras la derrota de San Diego, y acabó tercero en su división. Ambos equipos se habían enfrentado este año en temporada regular repartiéndose las victorias en los dos partidos disputados.

El partido comenzó con la igualdad como nota dominante, con las defensas de ambos conjuntos imponiéndose sobre los ataques y con una dureza propia de partidos de playoffs, llegando al descanso con el marcador de 10-9 para Ravens. Al comienzo del segundo mitad, el ataque de los Ravens empezó a funcionar anotando en las tres secuencias ofensivas que tuvieron en el tercer cuarto. En el último cuarto, las pérdidas de balón dieron el oxígeno que necesitaba al ataque de los Steelers para anotar un touchdown, y al intentar acercarse en el marcador, fallaron la conversión de dos puntos (primera vez que sucede en la temporada de Pittsburgh). Y aquí podemos usar la famosa cita de "los ataques ganan partidos, las defensas ganan campeonatos", cuando los Steelers empezaban la remontada y con el fervor de su público, la defensa de Baltimore consiguió frenar al ataque con dos intercepciones y cerrar el partido con el definitivo 30-17.

Los Ravens continúan su temporada y viajaran la semana siguiente a Foxboro para enfrentarse a los Patriots, primer puesto de la conferencia AFC; por su parte los Steelers esperan conseguir en la siguiente temporada lo que no han podido conseguir este año: un billete para la SuperBowl.