Cuando los New England Patriots cayeron derrotados la temporada pasada en la Final de la Conferencia Americana, sabían que en mucho se debía a su ofensiva “novata” que igualmente sufrió de lesiones. Por lo mismo al iniciar la planeación de la temporada 2014, buscaron solides y experiencia.

Seleccionaron al centro Bryan Stork y al tackle ofensivo Cameron Fleming en la cuarta ronda del draft  y de la agencia libre llegó el receptor Brandon LaFell. La adaptación de los hombres de la línea ofensiva no fue fácil, una prueba de ello es la derrota por paliza ante los Chiefs en la semana 4. Sin embargo  llegó la adaptación de los nuevos elementos, así como las modificaciones y la ofensiva de los Patriots funcionó hasta terminar la temporada regular como la cuarta mejor en puntos por partido.

Ya en la postemporada New England ha sido el mejor tanto en yardas totales por partido (409.5) y puntos anotados (40). New England pasó de correr solamente 14 yardas ante Baltimore a 177 ante Indianapolis. Esa es la clave de la ofensiva Patriot; la amplitud de opciones según sea necesario.

El regreso de LeGarrette Blount le dio a los Patriots un corredor de poder. Y es que si bien es cierto New England no tiene ofensiva terrestre con números que impacten, si tiene una ofensiva que suele cumplir cuando se le necesita. Y el próximo domingo ante Seattle no debe ser la excepción.

Blount y Shane Vereen son los corredores más usados por New England en los últimos partidos, el segundo es un tipo más plurifuncional sirviéndole a Brady como válvula de escape.  Sin embargo no se puede descartar a Jonas Gray que tiene el segundo mejor promedio por acarrero (4.6 yardas) solamente por debajo de Blount (4.7 yardas). Brady necesitara de una ofensiva terrestre constante que le permita tener más tiempo en la bolsa en las jugadas de pase e igualmente mayor posesión del ovoide.

En el ataque aéreo tienen en los controles al mariscal de campo más exitoso en lo que va del siglo. Tom Brady es excelente en la lectura de las defensivas, logrando normalmente deshacerse rápido del balón, a ello se deben sus escasas 21 capturas sufridas durante la temporada. Además cuenta con un arsenal de receptores veloces en cortas distancias, como el siempre cumplidor Julian Edelman que lidera al equipo en recepciones con 17 y 172 yardas. Rob Gronkowski jugará su segundo Super Bowl sano y es el arma más peligrosa que tiene Brady al alcance, tanto lanzándole el balón o como señuelo para abrirle espacios a Brandon LaFell o Danny Amendola que aumento su impacto a la ofensiva al iniciar la postemporada. 

Las lesiones de del profundo Earl Thomas y del esquinero Richard Sherman serán puestas a prueba por la ofensiva de New England. No debería extrañarse que el plan de ataque inicie con acarreos para obligar a que ambos jugadores entren a tacklear buscando que se resientan y posteriormente ya "disminuidos", ser exigidos por el brazo de Brady.

No se debe olvidar el aspecto de los receptores inelegibles, situación que habilita a algún tackle ofensivo como receptor y les ha dado muy buenos frutos. A lo anterior hay que sumarle que Brady es un experto manejando las ofensivas sin reunión, algo que seguramente veremos el próximo domingo buscando cansar y confundir a la mejor defensiva de la liga. Tras dos años que estos dos equipos no se ven las caras, los Patriots buscaran cualquier detalle para intentar sorprender a la “Legión del Boom” y coronarse en el Super Bowl XLIX.