Partido de locura el que se vivió en el Estadio Universitario de Phoenix. Los New England Patriots se hicieron con el cuarto campeonato NFL de la franquicia después de imponerse por 28-24 a los que eran vigentes campeones de la Super Bowl, los Seattle Seahawks. El quarterback del equipo de Nueva Inglaterra, Tom Brady entró en la historia de este deporte al conseguir su cuarto anillo particular.

Hubo muchas claves importantes que hicieron que el partido decayera para el lado de los chicos de Bill Belichick pero el momento por el que sin duda será recordado este partido, será por la última jugada. Para ponernos en situación: el marcador estaba 28-24 para los Patriots, quedaban 26 segundos para que terminara el partido y los Seahawks estaban a una yarda y con otros dos intentos más de la endzone para ganar el partido. Cuando todo el mundo imaginaba que esa jugada iría para Lynch, la ofensiva de Seattle sorprendió a todos y Wilson lanzó un pase para Ricardo Lockette que fue interceptado por el corner back novato de los Patriots, Malcom Butler, con lo que perdieron en partido.

Al finalizar el encuentro, Pete Carroll asumió la responsabilidad de esa decisión y en una entrevista a la NBC dijo: “Esa decisión nos costó el campeonato y yo soy el responsable”. El que hasta hace unas horas era el entrenador del vigente campeón de la NFL explicaba por qué no se decantó por atacar por tierra con Lynch, con estas palabras: “Tuvimos tiempo suficiente para ganar el partido. Pensé en hacerlo en el tercer y cuarto intento”. A lo que añadió su profundo malestar consigo mismo y sobre todo con la afición: “Me siento mal por estos chicos que han trabajado tan duro y han intentado ganar de cualquier forma. Entrenadores, jugadores y el 'Jugador 12', todo el mundo. Hicieron todo lo que se debe hacer para ganar y todo se vino abajo en esa jugada”.

El quarterback de los Seahawks, Russell Wilson, que tantas alegrías ha dado a los fans de Seattle durante los últimos años, defendía a su entrenador achacandose las culpas de esa decisión: “Culpadme a mi porque fui yo el que lanzó ese pase”. Buen gesto del jugador nacido en Cincinnati, no así el de su coordinador ofensivo, Darrell Bevell, que echó la culpa de la intercepción al poco empeño que puso Lockette en atrapar el pase: “Pudo haber peleado más por ese balón" dijo a las cámaras de la NBC y añadió: “No hizo lo suficiente para atrapar ese pase”.

Todos los que vieron el partido ayer se dieron cuenta de que Seattle no mereció ganar el partido en lo que refiere a temas deportivos. Si además de eso añadimos las faltas de respeto de Richard Sherman al esquinero de los Patriots, Darrelle Revis, y la pelea que protagonizaron después de perder las opciones de ganar, la imagen que dan, no ayuda nada a que los aficionados puedan disfrutar de este deporte que cada día cuenta con más adeptos en el mundo.

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Sobre el autor
Pablo Álvarez
Hasta ahora todo va bien pero lo importante no es la caída sino el aterrizaje