Sin duda la jugada del año hasta el momento para los Green Bay Packers surgió la pasada madrugada cuando con 60 minutos ya de juego, sin tiempo en el reloj, en la última jugada y tres puntos por debajo en el marcador en la yarda 40 del propio equipo. Nada hacía presagiar lo que se vería a continuación ya que a Aaron Rodgers se le complica el snap nada más sacarle pero este salvando el sack lanza el ovoide 61 yardas a la zona de anotación para que tras una mala cobertura, el balón sea atrapado por Richard Rogers, obrando el milagro en territorio enemigo.

Pero antes de todo esto empezaba sin duda uno de los partidos de la semana que por su rivalidad sería atractivo para muchos, tras la victoria hace unas semanas en casa de los Packers a manos de los Lions los dos equipos querían llevarse el partido, si bien los visitantes querían venganza y revertir su situación, mientras que por parte de los de casa el objetivo era seguir con la línea ascendente que habían estado siguiendo durante las últimas semanas.

Empezaba así el duelo divisional en Detroit en un primer cuarto sin chispa pero que precedía a una segunda parte apasionante en todos los sentidos. Sin chispa para los Packers que por mucho que lo intentaban no conseguían encontrar la llave para penetrar en la zona de anotación rival, y mientras estos lo intentaban, los Lions rompían los pronósticos con un final de cuarto inmejorable. Tras la anotación de un field goal a los seis minutos de juego, los locales decidieron separarse en el marcador y con un touchdown de Ebron después de una gran jugada de carrera de Abdullah se ponían 0-10 en el marcador. Pero no terminaría así el cuarto ya que la quinta intercepción a Rodgers en la temporada dejaría a los Lions en una situación muy favorable para el touchdown. Cosa que sucedería ya que tras colocarse en la yarda 15 y con un pase profundo a Calvin Johnson, los de casa se ponían 17 arriba no solo al final del cuarto, sino que también al final de la primera parte.

Sin anotaciones ni espectáculo en el segundo cuarto se llegaba al inicio de la segunda parte, la parte de la remontada y la parte de relajación para los de Detroit que pese a que al empezar anotarían un field goal por parte de Prater que aumentaba la distancia en el marcador, los visitantes pronto revertirían la situación.

Se encargaría Randall Cobb en abrir la lata para los de Green Bay solamente tres minutos después de la última anotación que tras un drive muy corto sumaba los siete puntos sin mucha presión por parte de los locales, pero, no se quedaría ahí, porque, si antes era Rodgers el de la intercepción, esta vez era Stafford quien tras ser estorbado por el front seven de los Packers cometía un fumble que recogerían los visitantes en la yarda 10 con todo a favor. Y así fue, tras tres snaps finalmente Rodgers conectaba con Davante Adams para su primer y único touchdown y hacer volver la esperanza y emoción al encuentro.

De nuevo y como en dos de los anteriores cuartos, Prater, kicker local, anotaba el field goal a mitad del último cuarto para poner en el marcador un 14-23 que parecía no ser suficiente ya que Rodgers sería el encargado de correr casi 20 yardas para anotar un touchdown por tierra y ponerse 21-23. Y cuando todo parecía terminado Rodgers tenía la tarea de llevar el balón desde la yarda 20 hasta el field goal range en menos de 30 segundos sin tiempos muertos. Cosa que no solo conseguiría sino que lo llevaría hasta la zona de anotación como al principio se ha mencionado gracias a un facemask en una jugada de engaño que le daría la oportunidad más para hacer la jugada de la semana.

NFC North

Minnesota Vikings 8-3
Green Bay Packers 8-4
Chicago Bears 5-6
Detroits Lions 4-8