El conjunto de Seattle obtuvo una victoria fortuita ante Minnesota, que tras liderar en ataque y defensa gran parte del choque, vió como los Seahawks les remontaban en el último cuarto y cuando tenían la oportunidad de llevarse la victoria a 25 segundos del final, fallaban el field goal decisivo desde una distancia bastante asequible.

El comienzo del partido estaba marcado por el clima. Esta vez no fue ni la lluvia ni la nieve, de hecho hacía sol en Minneapolis. Fueron los -20 ºC que había en el campo, que dificultaba en sobre manera el juego de ambos equipos. Parece ser que las ofensivas de los dos conjuntos se contagiaron de esto, pues los ataques eran cortos y fácilmente parados por las defensas. El enfrentamiento principal era entre el corredor con más yardas en la temporada y la estrella de los Vikings, Adrian Peterson, y la mejor defensa contra la carrera, la de Seattle.

El enfrentamiento principal era entre el corredor con más yardas en la temporada y la estrella de los Vikings, Adrian Peterson, y la mejor defensa contra la carrera, la de Seattle.

Enfrentamiento que se llevaron los visitantes de forma clara. Fue al final del primer cuarto cuando pudimos ver los primeros puntos del encuentro, de los locales, tras un field goal de Walsh a 22 yardas. Una de las jugadas del partido fue un intento de engañar en cuarto intento del punter de los Seahawks, Matt Ryan, pero resultó placado de forma brusca, con un tremendo golpe en la nariz, haciéndole sangrar.

El segundo cuarto continúo el guión del primero, demostrando que la preparación técnica del staff de los Vikings había sido muy buena, pues no dejaban a Seattle encontrar su ritmo ofensivo. Las defensas seguían mostrándose impecables en las dos plantillas, viendo un partido limitado ofensivamente, pero de una perfección técnica en el aspecto defensivo, llegando al descanso con el marcador de 0-3.

La segunda mitad comenzaba con el conjunto de Minnesota acercándose a la zona de anotación, pero la secundaria de los Seahawks les complicaba anotar. Esta situación forzó la anotación de dos field goals de los locales, mientras que los visitantes seguían sin encontrar ninguna solución en ataque para resolver el entramado defensivo que proponían los Vikings.

Fue entonces en el último cuarto cuando surgió la figura del quarterback de Seattle, Russell Wilson, jugador que más victorias ha conseguido en playoff en los primeros cuatro años. De un mal snap del ataque visitante, Wilson consiguió, todo ello improvisando, contactar con un receptor cerca de la zona de anotación. Concluyendo esa secuencia ofensiva en el primer touchdown del partido, obra de Baldwin. En el siguiente ataque fue la defensa la que consiguió otra gran jugada al placar a Peterson y forzar un fumble. Esa ofensiva fue concluida con un field goal de Hauschka, que les daba la primera ventaja en el marcador.

El partido estaba abierto y cualquiera de los dos conjuntos podía llevarse la victoria, y fue entonces cuando ocurrió la jugada. Y digo la jugada porque se hablará de ella en Minneapolis durante años. En un intento de field goal a tan solo 27 yardas, Walsh, que ya había convertido anteriormente tres patadas, falló en una jugada de esas que se entrenan todos los días. Hay quién dice que las cuerdas no fueron correctamente colocadas, quién dice que el frío le jugó una mala pasada en un momento de alta tensión. Lo cierto es que los Vikings fallaron el intento y la victoria se la llevó Seattle, que se enfrentará la semana que viene en Carolina a los Panthers, mejor equipo de la liga en temporada regular.