El 1 de febrero de 2004, Houston, Texas. Los Carolina Panthers, un equipo creado hacía escasamente nueve años, llegaban por primera vez la Superbowl, y con serias aspiraciones al título, después de un solo partido perdido durante la temporada regular. Los otros aspirantes, los New England Patriots se presentaban en el Reliant Stadium como aspirantes al título por segunda vez en tres años tras su victoria en 2001 pero con dos derrotas en su haber en temporada. El camino a Houston Panthers había finalizado después de imponerse en el campeonato de la NFC a los Philadelphia Eagles 14 - 3 y Patriots tras su victoria en el de la AFC ante los Indianapolis Colts 24 - 14.

El partido sería recordado por dos cosas, la más destacable, ser un partido marcado por la buena labor de ambas defensas, que lo convertirían en uno de los partidos más recordados y loados tanto por la prensa especializada como por aficionados. La anecdótica, el pecho de Janet Jackson en el espectáculo del medio tiempo. Pero de cara al partido, es solo eso. Una anécdota.

Desde el comienzo del partido la importancia de las de las defensa quedó patente con un primer cuarto en el que la posesión pasó de un equipo a otro sin conseguir anotación alguna. En la primera posesión de partido, a favor de Carolina, la defensa de New England consiguió parar el ataque teniendo que chutar un punt. Troy Brown conseguiría retornar hasta la yarda 27 de Carolina y Tom Brady conseguiría llegar hasta su 9, pero la defensa de Panthers logró parar el ataque sin conseguir touchdown pero en posición de gol de campo lo que generó la primera oportunidad real de anotación para Patriots, aunque el disparo de Adam Vinatieri se iría hacia la derecha sin conseguirlo. El trabajo de ambas defensas anulado los respectivos ataques quedó fielmente reflejado en el 0 – 0 que indicaba el marcador al finalizar el cuarto.

En el segundo cuarto las cosas no mejoraron mucho para Carolina. Su quarterback Jake Delhomme no consiguió conectar ninguno de sus lanzamientos generando otro tres y fuera, lo que devolvería a Brady y los suyos al campo consiguiendo completar una larga serie en la que las carreras de Kevin Faulk y un par de pases a Troy Brown llevaron a los de Boston hasta la zona de anotación, pero un pase incompleto al receptor David Givens eliminó la posibilidad de anotar el primer touchdown de la noche. Vinatieri saldría de nuevo al terreno de juego para intentar inaugurar el marcador con un field goal, pero en esta ocasión el balón seria bloqueado por el defensa Shane Burton. En su siguiente posesión Delhomme perdería la bola en un fumble forzado por Mike Vrabel y recuperado por el tackle Richard Seymour. Con el ovoide de nuevo en manos de Brady, en esta ocasión, no dejaron escapar la oportunidad y consiguieron el tan deseado touchdown con un pase corto al receptor Deion Branch.

Azuzados por el déficit de una anotación Panthers salieron dispuestos a recortar distancias, y lo lograrían, en este caso gracias a un pase de 39 yardas a Steve Smith. Empatados en el marcador y con menos de dos minutos restantes Patriots intentaron irse al vestuario una ventaja de dos anotaciones, en este caso gracias a un pase para touchdown a David Givens. Pero esa ventaja se vería reducida en el siguiente drive por un error de la defensa. Patriots planeaba hacer un squib kick, esto es una patada corta y baja para evitar un retorno. El problema fue que perdieron el control del balón y el tight end de Carolina Kris Mangum logró retornarla hasta su propia 35 y tras una carrera de Stephen Davis para 21 yardas dejó el balón en situación de gol de campo, que el kicker de Panthers John Kasay consiguió anotar y dejando el marcador al descanso 14 – 10 a favor de New England.

El tercer tiempo fue un calco del primero, con ambas defensas parando el ataque contrario y sin que ninguno de los equipos consiguiera subir más puntos al marcador.

No fue hasta el inicio del último cuarto, en una posesión iniciada en los minutos finales de cuarto anterior, que Patriots lograría un nuevo touchdown, en este caso por obra de una carrera para dos yardas de Antowain Smith. Panthers volvió a verse forzado a anotar para mantener su desventaja al mínimo y lo hizo, con una carrera de 33 yardas de DeShaun Foster, pero no conseguirían completar la conversión de dos puntos dejando el marcador 21–16. De su siguiente posesión New England no lograría sacar ningún rédito ya que Brady fue interceptado por Reggie Howard en la end zone lo que dio a Carolina una nueva oportunidad de recortar distancias. Lo harían, con un pase a Muhsin Muhammad para una recepción de 85 yardas, aunque de nuevo intentaron la conversión de dos puntos, sin lograrlo. En el marcador 22–21 a favor de Patriots y poco más de seis minutos por jugar.

El ataque de Patriots consigue anotar un touchdow gracias a una de esas jugadas que solo se le pueden ocurrir a Bill Belichick. Un pase al linebacker Mike Vrabel colocado en el puesto de tight end, además de conseguir la conversión de dos puntos gracias a una carrera de Faulk. 29 – 22. Panthers debe anotar de nuevo si quiere mantenerse en el partido. Delhomme logra conectar con sus receptores sin que la defensa de New England consiga evitarlo y finalmente anotan gracias a una recepción de 12 yardas de Ricky Proehl. Esta vez no se la juegan y anotan el punto extra. El partido esta empatado a 29 y solo queda un minuto y ocho segundos en el reloj. Todo parece apuntar a que se llegará a la prórroga por primera vez en una Superbowl. Sin embargo una falta de la defensa de Carolina cambiaría el rumbo de los acontecimientos. Una pass interference sobre Troy Brown adelantaría a el ataque de Patriots hasta su yarda 43 y un pase de Brady nuevamente para Brow colocaría la pelota en zona de anotación y decidieron ir a por el field goal. Pese a que en sus dos intentos anteriores no consiguiera anotar, en esta ocasión Vinatieri sí que logró colocar el balón entre los dos postes logrando así el 32 – 29 con el que finalizaría el partido, siendo además la segunda vez en la que una anotación suya daba una Superbowl a los Patriots.

Este final de infarto abriría el camino de la dinastía de los New England Patriots en la primera década del siglo XXI y a los Carolina Panthers a la espera de una nueva oportunidad para lograr su primer Lombardi, quizás este domingo sea esa oportunidad.