Con más de diez años en la elite del fútbol americano, otro de los estandartes de la NFL ha confirmado su decisión de retirarse del fútbol americano. Drafteado en 2004 por los Kansas City Chiefs, el de la universidad de Idaho llegó a la élite con un contrato de tres años con el sueldo mínimo. Fue el año siguiente al término de su contrato cuando terminó de explotar todo su rendimiento ya que, en la agencia libre de ese año donde volvió a ser firmado con los Chiefs, consiguió la confianza de su head coach para terminar el año de una de las mejores maneras posibles siendo seleccionado para el Pro Bowl de 2007 y nombrado jugador All-Pro.

Pero no acabaría aquí su periplo en Kansas ya que aquel jugador que había sido cuarta ronda del draft y firmado con el sueldo mínimo posible en el año 2004, conseguiría cuatro años después la etiqueta de jugador franquicia y un contrato de 8.800.000 dólares ese año.

Jared ya había conseguido triunfar en la NFL en tan solo cuatro años siendo el referente de su equipo en lo que a la defensiva respecta, era el líder. Pero quería más por lo que tras ser tradeado por una primera ronda y dos terceras rondas, en 2008 ponía rumbo a Minnesota. En un año había conseguido pasar de un contrato de jugador franquicia a uno de seis años por 72.000.000 de dólares.

Jared Allen era imparable con los Vikings y tras lidiar con varias lesiones sería seleccionado de nuevo como All-Pro y jugaría su segundo Pro Bowl en el 2008.

Pero seguiría en alza tras anotar su primer touchdown en 2009 frente a los St. Louis Rams y ser titular en el Pro Bowl de 2009. Era su tercera selección consecutiva para disputar el Pro Bowl. Pero había algo que se le resisitía a la estrella, eran los récords que rompería en la franquicia para la que jugaba en el inicio de 2012 con el mayor número de capturas de quarterback en una sola temporada, 22. Ese mismo año ocuparía el puesto número 13 del ránking de mejores jugadores.

Su rumbo cambiaría un año después en los Chicago Bears donde mejoraba sus números en cuanto a tackleadas pero bajaba la mitad en sacks pasando de 11.5 a 5.5. Su siguiente año en Chicago sería muy díficial ya que con solo 3 partidos sabía que su final estaba cerca.

Estos pensamientos serían truncados un año más cuando los Carolinas Panthers (finalistas de la Super Bowl) decidían apostar por él en la defensiva liderada por Luke Kuechly. Doce partidos, 15 tackles y 2.0 sacks terminaban la historia de un grande en su posición.

En el cómputo global, Jared Allen se retira con 187 partidos en sus espaldas en los que consiguió 502 tackles de los cuales 145 fueron asisitidos, 136.0 sacks para ganar 851.5 yardas y seis intercepciones para un touchdown. Curiosamente estas no son todas sus estadísticas ya que en sus doce años de profesional puede decir que en 2007, con los Chiefs, consiguió dos recepciones para tres yardas y nada más y nada menos que dos anotaciones.