Pocos apostarían claramente a principios de diciembre por una victoria de una renovada selección finlandesa en el campeonato mundial junior celebrado en la ciudad sueca de Malmö. No obstante, el combinado suomi fue capaz de clasificarse como segundo de grupo en la ronda preliminar, eliminar en los cuartos de final a una irregular República Checa, barrer en la semifinal a la potente Canadá y vencer en el período extra a la anfitriona Suecia para coronarse campeona mundial con todo merecimiento. Repasemos ronda a ronda los principales acontecimientos durante el desarrollo de la competición.

Ronda preliminar - Grupos A y B

No hubo grandes sorpresas a nivel de clasificación en el grupo A, con Canadá y Estados Unidos liderando el grupo, seguidos de la República Checa y Eslovaquia para acceder a la siguiente ronda de la competición. Sin embargo si que hubo alguna que otra sorpresa a nivel de partidos e individual. Por ejemplo, en la tercera jornada de competición cuando la todopoderosa e imponente Canadá caía con estrépito frente a la República Checa en la ronda de penalties, algo que no se contemplaba sobre una pista de hielo desde el año 1993. Especialmente brillante estuvo Derek Simon, al darle el gol de la victoria a los checos convirtiendo un penlaty ejecutado al estilo Forsberg. Otro de los partidos destacados fue el que enfrentaba a Estados Unidos y a Canadá para dirimir quien se llevaba el gato al agua liderando el grupo y de esa manera evitar al combiando ruso. Los americanos golpearon primero en el segundo período pero durante el tercero y debido al exceso de penalties en contra de EEUU, los canadienses tomaban una ventaja de dos goles, que pese a recortarla los americanos y poner tensión al final, ya no remontarían y Canadá se llevaba el liderato, con un Anthony Mantha estelar durante esta fase preliminar. Alemania quedaba relegada a disputar el partido para mantener la categoría y poder así disputar el mundial del 2015 en Canadá.

En el grupo B, a la postre grupo del que saldrían ambos finalistas del torneo, la sorpresa fue la clasificación en tercer lugar del equipo ruso, capaz de vencer solamente a los rivales más débiles de grupo, Suiza y Noruega y cayendo primero de forma clara ante los finlandeses y luego en un partido ajustado contra los suecos. Eso si, endosaron la goleada del campeonato a los noruegos en la jornada inaugural tras marcarles 11 goles y no recibir ninguno en contra. En primer lugar se clasificaría la selección de casa, Suecia, desempeñando un juego brillante y creativo durante toda la fase, contando sus partidos por victorias y destacando especialmente aportaciones como las de Filip Forsberg o Elias Lindholm. La futura campeona, Finlandia, se clasificaba en segundo lugar, pese a ser derrotada por la selección anfitriona y por la humilde Suiza (clasificada en cuarto lugar), destacando el juego colectivo del equipo así como la buena defensa en inferioridad númerica y la efectividad de cara a gol, con un Teuvo Teravainen liderando al equipo y la agradable sorpresa de Saku Maenalanen. El último lugar lo ocuparía una endeble selección Noruega, que en los tres primeros partidos se llevo 26 goles en contra y tan sólo uno a favor, lo que llevo a la selección nórdica a disputarse el descenso de categoría con los alemanes.

Ronda de Playoff

En la ronda de cuartos de final lo más destacable y lo que atrajo la atención mediática sobre todo, fue el clásico enfrentamiento Estados Unidos contra Rusia, lo que suponía la primera piedra de toque para los americanos que defendían título en Malmö. En un partido muy parecido al de Canadá en la ronda preliminar, muy igualado y con oportunidades en uno y otro lado pero los estadounidenses pagarían caros los penalties cometidos y el equipo ruso, especialmente Nikita Zadorov, machacó en dos ocasiones la portería defendida por Jon Gillies durante el tercer período. Cinco a tres y los vigentes campeones se iban a casa a las primeras de cambio. Suecia y Canadá se deshacian con facilidad de Eslovaquia y Suiza respectivamente (6-0, 4-1) y los fineses sufrían más de la cuenta contra la República Checa y frente a un inspirado Marek Langhamer que se convirtió en un muro los dos primeros períodos, permitiendo soñar a los checos que lideraban en el marcador. Durante el tercero, el castillo de naipes de Chequia se venía abajo y en una maravillosa remontada, los futuros campeones anotaban tres goles en el último período y pasaban a semifinales para enfrentarse a la temida Canadá.

En las semifinales dos grandes enfrentamientos: Suecia vs. Rusia y Finlandia vs. Canadá. En la primera semifinal muchísimo respeto y por tanto, muchísima igualdad en todos los aspectos del juego, pero los suecos querían su sexto partido consecutivo con victoria y conseguían ponerse dos arriba en el marcador merced a los tantos de Forsberg y Oskar Sundqvist y a una gran actuación de su portero, Oskar Dansk. Los rusos, sin embargo, no bajaron los brazos y conseguían recortar distancias con un gol a cargo de Damir Zhafyarov tras un error de Dansk y se metian de lleno en el partido, pero el marcador ya no se movería hasta el bocinazo final y los suecos alcanzaban su final soñada.

En la otra semifinal, Canadá, a priori superior, se media a una selección finlandesa que ya había mejorado su séptimo puesto del año anterior y que aspiraba a dar la campanada. Los suomis barrieron de la pista a una desconocida selección canadiense, que fue superada en todo desde la velocidad a la creatividad en el juego y aunque dominaron un primer período ausente de goles, eran incapaces de crear buenas ocasiones. Todo lo contrario le sucedía a Finlandia que generaba peligro una y otra vez y en el segundo período se acababa la igualdad en el marcador, aunque Canadá aún aguantaría en el partido gracias a un solitario gol de Drouin. En el tercero todo se acabó para los de la hoja de sauce, cuando apareció Teuvo Teravainen y anotó otros dos para poner punto final a la aventura canadiense y punto inicial a la ilusión y determinación finesa. La final estaba servida entre las dos selecciones nórdicas supervivientes, Suecia contra Finlandia.

Descenso, final por el bronce y final por el oro

Como colofón final a diez días de intensa competición se iban a vivir diferentes sensaciones, dulces y agridulces, en las diferentes finales que se iban a disputar, tanto la ronda para dilucidar quien descendia de categoría como las dos finales para dirimir quien se llevaba las medallas. En la primera de ellas, se iban a medir una débil Noruega que tan sólo fue capaz de anotar cuatro goles en las rondas preliminares y una decepcionante Alemania de la que quizás se esperaba algo más, sobre todo de su figura emergente, Leon Draisaitl, que fue una de las decepciones del torneo. Alemania se llevaría el gato al agua en la serie de tres partidos, aunque comenzó con una derrota incontestable ante los noruegos por 3-0, y disputará los mundiales el próximo año, mientras que los nórdicos pierden la categoría internacional.

La final por conseguir el bronce bien podría haber sido la final por conseguir el oro, ya que se iban a medir dos potencias mundiales como son Rusia y Canadá. La selección canadiense llegaba totalmente desilusionada al partido como bien reconoció su portero Zachary Fucale: "Yo quería ganar el oro y el equipo entero también...". Pese a dominar durante el primer período serían los rusos los que darían el golpe de efecto y mostrarían la ambición necesaria para llevarse la presea y golpeaban con goles de Mikhail Grigorenko y Eduard Gimatov a una inoperante Canadá, que recortaría distancias, pero que se vio incapaz de ofrecer más para batir a un inmenso Andrei Vasilevski y quería dar el suplicio por terminado cuanto antes. Grave palo para la federación canadiense de hockey y a pensar en posibles soluciones y consolación para los rusos que no debe de servir para conformarse.

Y por último, la esperada final entre los suecos y los finlandenses. Suecia había ganado todos sus partidos previos a la final y esperaban poner la guinda al pastel conquistando el dorado metal y Finlandia soñaba con un final de cuento de Cenicienta y mucho más jugando contra sus principales rivales por la hegemonía del hockey nórdico. Partido muy igualado y con mucho respeto entre ambos rivales, cuando uno golpeaba, el rival contestaba y así se llegó al final del tiempo reglamentario 2-2. Se avecinaba una prórroga trepidante y así fue hasta que apareció de nuevo Teravainen para asistir a Rasmus Ristolainen en una buena combinación para poner fin a la ambición de los anfitriones y dar rienda suelta a la alegría finlandesa. Finlandia se había colado en la fiesta del hockey mundial y lo había hecho para ser el mejor invitado.