En el hockey, como en la mayoría de deportes, solemos encontrar a grupos de jugadores que se parecen mucho por estilos de juego y/o características físicas, siempre podemos adjudicarle a un jugador un “molde”. Es muy común que aunque haya excepciones, una gran cantidad de alas sean un poco bajitos, más rapidos que los delanteros centro, y más habilidosos.

Por ejemplo, los alas de tercera o cuarta línea son más responsables en defensa, menos rápidos y talentosos, pero que utilizan más a menudo el juego físico, mientras los delanteros centro acostumbran a ser algo más corpulentos, sacrificando velocidad y también a menudo mostrando una fuerte vocación defensiva, a parte de ser buenos pasadores.

Encontramos también moldes de defensas e incluso de porteros, donde la mayoría sí se parecen mucho entre sí, pero aún quedan sobrevivientes del antiguo estilo Stand-up que emplean Evgeni Nabokov y el aún desempleado Martin Brodeur.

Es curioso encontrar a jugadores que, pese a no encajar totalmente en uno de los "moldes", consiguen ser lo suficientemente productivos para ser aprovechables en la NHL e incluso tener el potencial para ser estrellas de la liga, uno de estos jugadores que no sabes en que saco poner es el delantero centro de Florida Nick Bjugstad. Nativo de Minnesota, Estados Unidos, Bjugstad es un atacante que a primera vista destaca por su altura, ya que mide 1,96m, esto no le convierte en un jugador torpe pese a todo, es un buen patinador teniendo en cuenta su estatura y se mueve con un estilo que a algunos les recuerda a Jaromir Jagr, en el sentido de utilizar un patinaje muy eficiente, poco explosivo, y de zancada larga, utilizando el cuerpo a menudo para proteger la pastilla y haciendo uso de su alcance para controlar la pastilla lejos de su cuerpo.

El “molde” en el que mejor puede encajar Bjugstad es posiblemente el de power forward, al estilo Nathan Horton, Milan Lucic o Johan Franzen, jugadores físicos que sobre todo toman ventaja de su físico en la faceta ofensiva del juego, logrando mejor posición frente a portería, protegiendo la pastilla en las barreras cansando al equipo rival o atacar la portería para provocar un rebote o montonera en el área rival. De los jugadores comentados, ninguno de ellos juega de delantero centro, y es que si nos ponemos a pensar existen pocos power forwards que jueguen de center como Bjugstad.

De 22 años, Nick Bjugstad está llamado a ser una pieza pivotante en el futuro de Florida, sobre todo después de ver como Jonathan Huberdeau, uno de los diamantes en bruto que la franquicia drafteó, está teniendo problemas para desarrolar su potencial. Así pues, la pelea por el lugar de primer center del equipo estará reñida entre Bolland, Barkov y Bjugstad, aunque este último y tambien el finlandés pueden adaptarse a una banda.

También es interesante destacar que Bjugstad destaca en ataque por poseer un muy buen disparo, mientras su habilidad en el pase no es tan buena, otra característica extraña en un delantero centro, cuya principal funcion es distribuir la pastilla en transiciones ofensivas, pero de momento ya ha superado su primera temporada en la NHL con buena nota, registrando 38 puntos en 76 partidos, liderando la franquicia. El americano también es competente en el lado defensivo del juego y no se achica al cargar contra oponentes.

El techo de Bjugstad es difícil de predecir, pero si se convierte en un fiable pasador y mantiene su habilidad anotadora, nada le impedirá en un futuro ser un primer center en la NHL, rascando los 80 puntos.

Elección 19 del draft de 2010, Nick Bjugstad quemará el último año de su contrato de entrada a la liga con Florida, que le aporta 900,000 dólares por temporada, teniendo que renovar su contrato en Julio, ya que Florida mantendrá sus derechos y se convertirá en agente libre restringido, situación que, igualmente, Florida intentará evitar.