Muchas cosas han pasado y cambiado en la NHL durante los últimos 20 años. Cierres patronales, límite salarial, shootouts, la casi desaparecida figura del enforcer... Sin embargo, también encontramos cosas que no han cambiado, y una de ellas es la constante insistencia de algunos periodistas en querer enterrar a los Red Wings, argumentando que sus estrellas han pasado su mejor época y que cuando se retiren, su racha de playoff llegará a su fin.

Una película que se viene repitiendo desde finales de los noventa, cuando tras ganar dos Stanley Cups, Larry Murphy y Slava Fetisov estaban en el ocaso de su carrera. Sin embargo, Detroit volvía a levantar el Santo Grial en 2002. A partir de ese momento, las voces sí que empiezan a resonar. Un equipo plagado de jugadores de ‘Hall of Fame’, están llegando al final de su carrera y no parece que haya relevo.

Durante los siguientes años, los Yzerman, Larionov, Hasek, Shanahan, Chelios, Fedorov, irían retirándose o cambiando de equipo. Si a eso se une la implantación del límite salarial, incluido a que Detroit solía traspasar rondas altas de Draft y sus elecciones siempre eran bajas, el desastre parecía garantizado.

Sin embargo, Datsyuk y Zetterberg, ayudados por el incosbustible Nicklas Lidstrom, liderarían el paso de antorcha. Comandados por Mike Babcock desde el banquillo, los Red Wings ganaban la Stanley Cup de 2008 y jugarían la final de 2009, que perderían en un dramático séptimo partido.

Con la retirada de Lidas, muchos pensaban que ya definitivamente, los de la ‘Motown’ no iban a poder aguantar esa racha y que irremediablemente, tendrían que iniciar una reconstrucción.

A pesar de encontrarse piedras por el camino, los Red Wings son un modelo como organización que hace que su equipo difícilmente fracase. No tienen prisa con sus jóvenes y hasta que no les ven realmente preparados, no los suben a Detroit. Buena prueba de ello son sus atacantes. Exceptuando la vieja guardia (Datsyuk, Zetterberg, Franzen), el resto de jugadores está entrando en el punto álgido de su carrera y muchos aún estar por llegar a ella. Abdelkader (27), Helm (28), Nyquist (25), Tatar (24), Sheahan (23), Jurco (22), Glendening (25). Sin contar a los que vienen pegando por detrás, como Pulkkinen o Mantha.

En defensa no van tan sobrados, pero aún así podemos encontrar a Danny DeKeyser (24) y Brendan Smith (25). DeKeyser es tras Kronwall, el mejor defensor que tienen. Mientras que Smith, acapara muchos minutos, aunque no es ni de lejos, el gran jugador que prometía en categorías inferiores. En la AHL disponen de tres buenos proyectos como Ouellet, Sproul y Marchenko. Ninguno de ellos está lejos de ganarse un puesto en la ‘Motown’.

Mientras que en la portería, Howard tiene 30 años y los Red Wings le renovaron hace poco. Tras él, uno de los mejores jóvenes de la liga, Petr Mrazek, que ya ha dejado muestras de su calidad.  

Estamos hablando de una franquicia muy bien estructurada y que hace las cosas bien a todos los niveles. Siempre hay fallos, nadie es perfecto y prueba de ello es el contrato de Stephen Weiss y algún que otro traspaso de Holland. Pero están más que preparados para sobreponerse a dichos errores.

"El puesto nº15, elección más alta de Detroit en más de dos décadas"Cuando Detroit selecciona a Dylan Larkin en el puesto 15 del pasado Draft, es la elección más alta de los Red Wings en más de dos décadas. A pesar de dicha desventaja, los ojeadores de la franquicia llevan durante todos estos años, sacándose conejos de la chistera y encontrando jugadores en rondas bajas.

Cuando el equipo necesita un jugador del filial, los chavales siempre están listos para jugar y aportar. Jugadores como Jimmy Howard, Nyquist o Tatar, parecía que no terminarían de explotar y que se iban a quedar por el camino, pero cuando tuvieron su oportunidad, demostraron que el haber estado esos años de más jugando en el filial, a la larga fue un acierto.

En estos momentos, Detroit está a un punto del mejor récord de la Conferencia Este y siendo el segundo equipo de la liga, que menos partidos ha perdido en tiempo reglamentario. Nada mal para una franquicia a la que hace años quieren enterrar y que el año pasado, debido a las lesiones, estuvo apunto de ver finalizada su racha de apariciones en playoffs.

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