Siguiendo la voluntad del presidente Brendan Shanahan y los propietarios de la franquicia, la ciudad de Toronto será el centro del mundo del hockey en 2017, año del centenario de los Toronto Maple Leafs, dado que en ella se celebrarán el partido de los All-Stars, un partido al descubierto y además también albergarán el draft de 2017, según la NHL ha dado a conocer en las últimas semanas.

De prensa feroz por ser una de las seis franquicias originales y la ciudad más poblada de Canadá, Toronto afronta cada temporada con la presión de la lejanía ya desde la última vez que tocaron el cielo ganando la Stanley Cup en 1967. Todos los movimientos son revisados con lupa, en especial los últimos sucesos con Tuukka Rask, a quien traspasaron a Boston, además de el traspaso por Phil Kessel, por quien Toronto entregó las elecciones del draft que más tarde se convertirían en Tyler Seguin y Doug Hamilton, aparte de estas discutibles transacciones, los Maple Leafs también se han asegurado uno de los peores contratos de la liga, tras fichar a David Clarkson, entonces agente libre, a más de 5 millones de dólares por temporada.

Un siglo después de su fundación, la franquicia de Toronto debe volver al buen camino, recuperando el legado de Mats Sundin, Doug Gilmour y Wendel Clark,  y celebrar este momento con tres grandes acontecimientos debe ser el motivante de la franquicia para mirar hacia arriba.