El canadiense ganador de cuatro Stanley Cup consecutivas con los Islanders como entrenador, miembro del salón de la fama desde 1996, segundo  entrenador con más juegos en la liga con 1500 participaciones y 740 victorias (detrás de Scotty Bowman), murió el viernes por razones que aún no se han comunicado, el hecho fue anunciado  a través de un comunicado por parte de Garath Nieve presidente y gerente general de los Islanders.

Cada título que dejó para la franquicia siempre se agradecerá  “ Al siempre será recordado como uno de, si no el más grande entrenador que jamás estará detrás de un banquillo en la Liga Nacional de Hockey, contamos con cuatro títulos que llevan su nombre” comentó Garth.

Los métodos de entrenamiento de el Radar (nombre que se le adjudicó por sus enormes lentes) eran innovadores, tenía una manera particular de vivir cada juego, con intensidad y una manera de estudiar cada paso que iba a dar, son uno de los motivos por los cuales los fanáticos de esta franquicia lo mantienen en la memoria  como uno de los entrenadores más ganadores de todo los tiempos  en el Hockey.

Durante sus 19 temporadas  como entrenador de los Islander los llevó a 15 playoff, donde participó en 119 partidos, ganó cuatro  Stanley Cup consecutivas un registro que nadie a igual en la historia de la liga .Fue elegido al Salón de la Fama de la NHL en 1996. Arbour también ganó el Premio Jack Adams en 1979 como entrenador  que más han contribuido al éxito de su equipo.

Como jugador fue Campeón de la Stanley Cup en   1954 (Detroit), 1961 (Chicago), 1962, 1964 (Toronto), dejó registro durante sus 14 años como jugador en la defensa  de 626 partidos, con 12 goles, 70 puntos y 58 asistencias.

Sin duda alguna Al Arbour fue y será una leyenda en el deporte del hielo, como un gran jugador y como un excelente entrenador, para el Mundo del deporte es una gran pérdida. Paz a sus restos.