El pasado miércoles 27 de enero Dennis Wideman empujó por la espalda a un árbitro por haber "estropeado" un pase. Esto supone un incumplimiento de la regla número 40 que impide el contacto con los árbitros y establece una serie de sanciones dentro y fuera del hielo dependiendo de la violencia y tipo de agresión cometida. En el caso del de los Calgary Flames estaría vulnerando el artículo 40.2 que considera que si hay un golpe voluntario el jugador debe ser expulsado inmediatamente del choque y sancionado con un mínimo de 20 partidos. La sanción va acompañada de el embargo de sueldo correspondiente a esa cantidad de partidos que en el caso de Wideman serían poco más de 564 mil dólares que irán a parar al fondo social de emergencia.

La asociación de jugadores ha presentado un recurso contra la sanción. Alegan que no hubo intencionalidad en los actos del jugador. Además han hecho gala de la trayectoria hasta ahora intachable del jugador: en 800 partidos no ha cometido ninguna infracción grave. Por último han presentado un escrito médico en el que demuestran la ausencia de intencionalidad en el acto. La apelación ha sido presentada con el nombre del jugador.

En torno a este tema se ha pronunciado el presidente deportivo de la franquicia Brian Burke. Éste ha declarado que están en contra de la sanción y ven justa la reclamación por parte de la asociación y el jugador ya que el golpe con el "cebra" fue fortuito y por tanto falto de intención. "Estamos de acuerdo en proteger a nuestros árbitros y que se sancionen a los jugadores cuando haya una agresión que sea premeditada. Los árbitros son una parte muy importante del juego y deben ser respetados", añadió. Concluyó la declaración diciendo que no harán más comentarios al respecto.

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Sobre el autor
Adrian Cobo Garcia
Amante del deporte. Periodismo (UMA)