Las gradas llenas, todos los abonos se habían vendido para la cita, por lo que recibían con aplausos a Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez, la tercera mejor pareja del mundo, para batirse en duelo con Maxi Sánchez y Mati Díaz, los terceros mejores. El duelo estaba servido, en la final esperaban Fernando Belasteguín y Pablo Lima, que habían derrotado previamente a Juani Mieres y Miguel Lamperti, en un choque mucho más fácil de lo previsto.

Las dudas son el principal enemigo

La igualdad era máxima en los primeros compases del choque, sin que ninguno de los cuatro contendientes al triunfo se diera por vencido fácilmente. Apenas unos minutos fue el tiempo que tardaron Maxi Sánchez y Mati Díaz en quebrar el servicio, colocando en el electrónico un marcador a su favor de 2-3, siendo capaces, con mucho sufrimiento, de consolidar el quiebre para irse así hasta el 2-4 a favor.

De ahí en adelante, el dominio que habían impuesto previamente el binomio Sánchez-Díaz se mantuvo, sin dejar ninguno de ellos que se acercaran en el marcador Paquito y Sanyo, incapaces de meter mano a sus rivales desde el fondo de pista. Llegaron hasta el 4-5 Maxi y Mati, disponiendo de tres bolas de parcial con su servicio, adjudicándose así la primera manga por 4-6.

Dominio claro para terminar llevando un partido a su terreno de forma cómoda, sin pasar apuros

No podían comenzar peor las cosas para el binomio Navarro-Gutiérrez, que en el primer juego de la segunda manga cedían su saque en favor de Mati y Maxi, que se colocaban con 0-1 a favor, para a continuación necesitar salvar dos bolas de quiebre para consolidar la rotura hasta el 0-2. Tardaron en despertar del letargo en el que estaban sumidos, pero al final lograron Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez volver a entrar en el choque, con una rotura que les colocaba rápidamente con 2-2, logrando llevar el marcador hasta el 3-2, empezando un partido nuevo.

Habían dado un respiro a sus contrincantes, pero Mati Díaz y Maxi Sánchez pronto comenzaron a sacar los golpes ganadores que les habían dado la primera manga anteriormente. Con empate a tres juegos en el choque, Navarro y Gutiérrez cedían su servicio, permitiendo que sus rivales se fueran hasta el 4-5, donde disponían del resto para cerrar el partido. No lo conseguían a la primera, pero a la segunda, y con el saque cerraban el parcial por 4-6, y por ende el partido por 4-6 y 4-6.