16 de junio de 2012. Feliz, extasiada por volver a ver al equipo cuyos colores amé desde pequeña, el Real Madrid, de nuevo en lo más alto. Después de tantos años de sufrimiento, aguantando risas y burlas, volvía a llorar sola delante de una pantalla de ordenador a ver tanto 'merengue' en Cibeles. Mi felicidad fue completa. Una impresionante temporada de Real Madrid Castilla hizo que el filial blanco se proclamara campeón de Segunda B y ascendiera de categoría. No me perdí ni un solo partido.
Cada tarde/noche, ahí estaba yo, delante del ordenador, del televisor, en el bar, viendo cada partido de los blancos. Para ver a Higuain, Casillas, Ramos, nombres grabados en mi piel. Pero los domingos eran especiales. Las 12 era la hora. La hora en la que más disfrutaba, al ver a unos chavales luchando por un sueño. Entre todos, admiraba mucho a uno: Álvaro Morata. Su garra, su insistencia, su manera de luchar cada balón, de demostrar que cuando alguien nace para algo, ya se pueden poner mil cosas de por medio que el destino se las ingenia para que lo escrito se cumpla.
Y es que Álvaro tiene algo especial, algo que enamoró a todo un estadio histórico como el Santiago Bernabéu y a una de las aficiones más insaciables y exigentes. Una pancarta, presente en todos los partidos que el equipo blanco disputaba como local: "Es la hora de Morata", marcaba el camino. A pesar de las numerosas ofertas que llegaron a las oficinas blancas, José Mourinho no quería desprenderse bajo ningún concepto de aquel chaval que le gustó desde el primer día.
Decidí probar suerte y escribir un artículo sobre él: "Morata, el intocable del Real Madrid Castilla" ¿Y adivinad qué? Aquí estoy. Intentando aprovechar cada minuto en el que puedo ser feliz, haciendo lo que me gusta. Dar la gracias se queda corto, porque las cosas que hacen feliz a una persona, simplemente no tienen precio.
Como me comentaron que en la Redacción del Real Madrid no había sitio y primero debía curtirme más, decidí entrar en la Redacción del Villarreal CF. El 'Submarino' es mi ejemplo a seguir, es el que me enseñó que los sueños, si luchas con todas tus fuerzas por ellos, acaban siendo realidad, que ser 'pueblerino' entre los más grandes de Europa, no te hace avergonzarte sino sacar pecho.
Quién pensaba que un equipo de los más humildes, acabaría proclamándose subcampeón de Liga por encima del que muchos consideran el mejor equipo del mundo, el FC Barcelona, que lograría que un histórico como el Bayern de Munich, pisara El Madrigal para disputar unas semifinales de Champions... El Villarreal me enseñó a ser honesta, a seguir trabajando en el silencio hasta que llegue mi momento, a que el fútbol es eso, fútbol, no hay enemigos, ni debe haber violencia o insultos, me enseñó que lo más grande del mundo es ver unos niños en el Mini Estadi aplaudiendo a un presidente que ha vendido bienes personales, para sacar adelante a un gigante condenado a vagar por Segunda División, a cantar con todas mis fuerzas que "Detrás de las nubes hay un sol tan grande, que nadie podrá esconder", que "volveremos a ser grandes", aunque en mi humilde opinión en ningún momento hemos dejado de serlo y sobre todo me enseñó que aunque muchos te consideren pequeño, si luchas y crees con todas tus fuerzas en lo que haces, no solo serás gigante, sino eterno.
También decidí entrar en la Redacción de River Plate, club que admiré desde pequeña, desde tiempos cuando aún no podía distinguir quién es quién, sólo sabía que me gustaban los de la camiseta blanca con la raya roja. Lo más grande que tiene este club, a parte de su existencia en si, es su gente. Ver a 64.000 personas animando en todos los partidos a un equipo que jamás en su historia había descendido de categoría, hace que una se de cuenta de que el fútbol es mucho más que un deporte, es sentimiento, felicidad, amor, es vida, y te hace sentir orgullosa y privilegiada de poder compartir pasión con ellos.
Este es River, un gigante que sirvió de ejemplo a todos, un gigante que sentó las bases de los que es el fútbol hoy en día. Todos se maravillan con el toque del Barcelona y el contragolpe del Real Madrid, pero ese fútbol inteligente y táctico nació con "La Máquina" y su estupenda delantera apodada "La Eléctrica", que algunos hinchas ansiosos llamaron "Los Caballeros de la angustia". Porque esos 11 hombres jugaban a divertirse dentro de un campo de fútbol sin importar el rival. Se la pasaban de toque en toque 89 minutos y en el último hacían el gol que ya estaba planeado cómo iba a hacerse desde el vestuario.
Gracias a VAVEL puedo informar sobre estos equipos que son mi alegría, mi felicidad, mi manera de vivir. Gracias a VAVEL he encontrado mi rumbo y he aprendido ser mejor cada dia. GRACIAS. En primer lugar gracias a JAVIER ROBLES, por crear este paraíso, gracias JUANFRA BARAVALLE, por dejarme ser coordinadora de la redacción de River y confiar ciegamente en mí, gracias a JESSICA GALERA, que tuvo mucha paciencia y enorme confianza conmigo y en fin gracias a todos por dejarme compartir con vosotros este magnífico mundo VAVEL y por ayudarme a ser mejor cada día. ¡Gracias por permitirme ser feliz!
Más de 200 sueños en un teclado... es impresionante, pero eso es lo que nos hace grandes, es lo que al fin y al cabo cambiará el mundo, gente como vosotros, gente como nosotros: "Thinking different".
