2014: doce pasos, doce huellas y una mirada
2014, Doce pasos, doce huellas y una mirada (para Javi Robles, resumen del año)

Con las venas como cuerdas de guitarra y una banda sonora entre dos aguas se marcha este 2014, el de Luis Aragonés y Di Stefano, Eusebio y Boskov, Adolfo Suarez y Cayetana, García Márquez y Nadine Gordimer, Paco de Lucía y Joe Cocker, Tito y Yago Lamela, Robin Williams y Gómez Bolaños, Shirley Temple y Lauren Bacall, el olor de las flores machacadas.

Con la hora a punto de caer en el reloj de Sol, rosas y espinas en nuestras solapas, una rosa por mes y un mes por campanada. Bendito año y maldito reloj que jamás se para, doce campanadas como doce pasos y a la luz de cada paso, una huella, mil vivencias a las puertas del alma. Es el calendario viejo un universo pasado y con la primera huella de enero, la primera campanada, Nani Roma y Marc Coma en lo más alto del cajón del Dakar, Cristiano Ronaldo vuelve a ser de oro, Wawrinka derrota a Nadal en el Open de Australia e Italia es campeona de Europa de fútbol sala.

Huellas de febrero para la segunda campanada, en el Estadio Green Point, de Ciudad del Cabo, Libia se corona por primera vez con el título de la CAN al derrotar en la final a Ghana. El corazón ovalado de Brian O'Driscoll conquista Paris, el Seis Naciones de Rugby es para el XV del Trébol, que derrota al XV del Gallo en Francia. Rusia domina sobre el hielo en los Juegos de invierno de Sochi, al fondo el esquí de la noruega Marit Bjoergen deja su firma sobre la nieve, mientras Victor An no patina sino que vuela por una pista helada. En la "Marihuana Bowl" los Halcones Marinos de Seattle se doctoran cum laude en la NFL al derrotar por 43-8 a los Broncos de Denver, Russell Wilson le gana el pulso a Peyton Manning en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, sus huellas permanecen en la hierba nevada. En la Copa del Rey de básket, el Madrid se lleva una Copa que pudo ganar el Barça, a falta de una décima Llull anota un triple para la historia y se viste de Solozabal.

En la elegante faz de Sol, en aquel pequeño universo de doce números que Breguet convirtió en arte exquisito, se refleja la huella de marzo, con ella el bronce de Javier Fernández en el Campeonato Mundial de patinaje artístico en Saitama. Seguimos caminando, nuestros pies nos llevan donde quieren, siempre andando, dejando huellas a cada instante, y un instante antes de que el trepidante volar del reloj borre las huellas de todo lo vivido, recordamos abril, su esencia de azahar, su mar en flor, el verde césped de Mestalla, estación de partida y llegada, un sueño recién comienza y otro se acaba, el Madrid le gana la Copa del Rey al Barça con la firma de Di María, un argentino con memoria de wing y un galés subido a un dragón que es una bala plateada. El estadounidense Bubba Watson logra su segundo Masters de Augusta, el ocho bajo par así lo acredita, la 'Chaqueta Verde' del torneo más prestigioso del circuito de la PGA comienza a tener su medida.

La huella rompedora de mayo lleva la firma de la ciudad de Madrid, el partido a partido del Cholo Simeone que es en realidad el latido a latido del Atlético de Madrid. Los colchoneros rompen hegemonías, ganan la Liga en el Nou Camp y quedan a la orilla de la gloria. Dos cabezazos marcan su destino, el de Godín en Barcelona y el de Sergio Ramos en Lisboa, que en el minuto 93 rompe en pedazos la historia. La psicología de Carletto hace navegar al Madrid por fin por aguas quietas, en Europa solo hay un Rey, el Real tiene su Décima. Por las cumbres italianas una bici pelea por la maglia rosada, el Movistar de Unzúe tiene un gran depredador llamado Nairo Quintana, campeón del Giro de Italia. Benfica no puede escapar a la maldición de un húngaro, el fantasma de Bela está en la portería, se llama ‘Beto’ Guttman y le da la Europa League al Sevilla. Los de Xavi Pascual practican balonmano de altura y a cinco jornadas del final conquistan para el Barcelona la Liga Asobal.

Con la canícula de junio una profunda huella sobre la tierra batida, Rafa Nadal, un joven dios destinado a ser Rey recibe de un vikingo de hielo su enésima Copa de Los Mosqueteros, Björn Borg abdica. Sobre el Green de Pinehurst se consuma una masacre, Martin Kaymer abruma con ocho golpes de ventaja y se lleva el US Open. Miami se queda sin corona, Lebron se muestra abatido, la Dinastía de los Spurs, los Duncan, Ginobili, Leonard y Parker dan a San Antonio su quinto anillo. Con un Palau volcado, al ritmo de Navarro, Tomic y Huertas, el Barça le gana al eterno rival la Liga Endesa.

Por las playas de Ipanema quedan grabadas las huellas de julio, es una huella mundial con un nuevo reinado, una despedida y una dolorosa derrota. La Alemania de Löw recibe justo premio a su propuesta, la bella España se marcha, Brasil recibe ‘siete Maracanazos’ y Messi no puede con su quimera. Vincenzo Nibali entra en el Olimpo, El Tiburón del Estrecho de Messina porta el maillot de la gran vuelta gala sobre al asfalto luminoso de la ciudad parisina. Novak Djokovic reconquista Londres con un tenis de otro mundo, en un lugar tan mágico como La Catedral del tenis, el serbio gana a Federer, conquista su segundo Wimbledon y retorna al número uno.

Es la octava campanada el rastro de agosto, con el rostro de un inmenso sol se desparraman las Lágrimas de San Lorenzo, a flor de piel cae por sus mejillas un sentimiento cuervo, en los pies de Ortigoza está la Libertadores, que es para el Ciclón de Boedo. Dicen de los atletas que son hijos del viento, en el Campeonato de Zurich dos oros ‘españoles’ brillan, el de Miguel Ángel López y el de Ruth Beitia, la mejor atleta española de todos los tiempos.

Son las hojas caídas huellas de los albores de otoño, en septiembre extrapolaciones de fracasos, del fútbol a la canasta, sueños que concluyen, generaciones que se nos marchan. El 'Dream Team' es una apisonadora, USA se lleva el oro de España. Campeonato del mundo de ciclismo en Ponferrada, estamos en el medievo, sobre el asfalto Wiggins y Martins, una justa entre caballeros, el oro es para el primero. Una serpiente multicolor recorre las carreteras y corona montañas, El Caimancito de Pinto, Alberto Contador, gana la Vuelta a España.

Octubre y sus amaneceres ocres para la décima campanada, Palma acoge el Campeonato del Mundo de pádel, las lágrimas de Maxi Grabiel y Seba Nerone en el podio esclarecen la importancia de un deporte que causa furor en España, donde las campeonas españolas arrasan y la espigada figura Martita Ortega es la más sólida esperanza.

En once segundos viaja la huella de noviembre, el Mundial de Motos pasa por dos apellidos y tres nombres, Márquez, Rabat, Tito, Alex y Marc. El menos niño de los Márquez es de otro planeta y entra en la historia del motociclismo como el ciborg de la motocicleta. Djokoviv llega poderoso al final y ante la ausencia del maestro de Basilea, gana la Copa de maestros sin jugar. Solo es un segundo de retraso en el reloj suizo de FedEx, que suma a su leyenda la Copa Davis, la historia del tenis jamás olvidará a Su Majestad Roger Federer. Mercedes se viste de Red Bull, sus dos pilotos de Vettel y Weber, Hamilton es bicampeón y Rosberg finalmente no puede. No existen fronteras inalcanzables para el diez, en la carrera de Leo no ha lugar para un paréntesis, dos leyendas del fútbol y caballeros del deporte, como Raúl y Zarra, ceden sus records a Messi. En las dieciséis cuerdas mientras un demonio tágalo llamado Pacquiao, aguarda el momento de irrumpir en el paraíso de Floyd “Money”, el fuego eterno aparece por Macao para mandar a una lona de brasas ardientes a Algieri.

Doce campanadas para diciembre, con vientos gélidos se marcha 2014 dejando sus huellas en la nieve, a la vera del Manzanares con los colores del fútbol se radicalizan las ideas, el curso de un río se tiñe de rojo y se utiliza un balón como excusa para la extrema violencia. Es difícil creer en las sirenas, seres mitológicos, descripciones artísticas de la teriantropía vinculadas a la leyenda, algo que cambió para siempre en Sochi, cuando vimos nadar a Belmonte, a Mireia. Vibramos con Mangué Marta, apellido y nombre de una leyenda del balonmano con más de novecientos goles anotados, una de la Guerreras de plata. El Madrid de Ancelloti propone goles y espectáculo, pulveriza records con CR7, versión futbolística del Hombre de Vitruvio de Leonardo, Ramos se cita en el aire con la historia y otro maravilloso cabezazo, los blancos abruman y ponen broche de oro en Marruecos a un inolvidable año.

Y seguimos caminando, con el volar del calendario no hay apenas tiempo para compartir, aprender de lo vivido, disfrutar de lo andado, fueron 8760 horas volcadas en un sueño que se vistió de crónica y noticiario. Una mirada, doce huellas, doce pasos, con la ilusión intacta la orla de esta familia ha cambiado. Unos llegaron, otros se marcharon, toda salida deja una huella que queda borrada por la renovación de un talento que permanece, la idea prevalece, dar voz a un nuevo periodismo, abrir exponencialmente las fronteras del talento, tinta a la virtud y una plataforma libre para la formación periodística. El directo es la emoción, el oro vivo, la crónica son los ojos de lo acontecido, la entrevista es periodismo y el reportaje recuerdos vívidos. Sigamos caminando por tanto por la senda de la información y la noticia, por el camino iniciático de los nuevos medios digitales, y el báculo de las redes sociales, la redacción de Vavel, sus infinitas lenguas, seguirá ascendiendo de forma imparable. Porque Vavel es + Vavel y lo será pese a los tropiezos y las decepciones personales. Compañeros, queridos lectores, 2015 es un reto, una nueva vida, 2014 ya es historia, es pasado, y en Vavel se lo seguiremos contando y se lo contamos.

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