España ha vivido la última jornada del Campeonato de Europa Sub-23 en la ciudad rumana de Bascov. Una oportunidad donde los españoles han demostrado un gran potencial en cada una de las modalidades. En esta ocasión, un total de ocho embarcaciones han disputado la lucha por las medallas con las finales. En la final del K-1 500 metros, el piragüista asturiano Javier Cabañín ha conseguido la medalla de plata, finalizando en segunda posición con un tiempo de 1:39.252. El español se quedó a 962 milésimas del kayakista belga Artuur Peters, que ganó la medalla de oro. Una nueva medalla a nivel internacional para Cabañín, que ya fue campeón del mundo Sub-23 el año pasado en K-4 1.000 metros. También se han celebrado más finales en las que los españoles han luchado por conseguir medalla.

El palista gallego Adrián Sieiro ha finalizado quinto y octavo en las finales del C-1 200 metros y C-1 500 metros respectivamente. En los 500 metros, el español finalizó con un tiempo de 2:00.256, en la que el español luchó en una final de buen nivel. La medalla de oro fue conseguida por el checo Martin Fuksa. En los 200 metros, el español finalizó en quinta posición con un tiempo de 39.972, y mejoró el tiempo de la semifinal y de la primera eliminatoria. En esta final, la medalla de oro fue conseguida por el bielorruso Hleb Saladukha. En K-1 200 metros, el español Joan Agustín Bargaoanu finalizó en novena posición en la final, con un tiempo de 36.308. El español también ha mejorado el tiempo de las otras dos eliminatorias, en una final de alto nivel, donde el danés Orion Pilo consiguió la medalla de oro. Para terminar la presencia masculina en las finales, los españoles Enrique Adán y Gabriel Hernández finalizaron en quinta posición en la final del K-2 500 metros. Con un tiempo de 1:30.946, los españoles estuvieron muy cerca de las medallas, y ofrecieron un gran nivel en la que rusos, serbios y checos coparon los puestos de podio.

En damas, la piragüista asturiana Sara Ouzande finalizó en séptima posición en la final del K-1 200 metros. Con un tiempo de 41.500, en una regata muy igualada en la que la española demostró un gran nivel y se quedó cerca de las medallas. La danesa Emma Jorgensen consiguió la victoria en esta modalidad. En K-1 500 metros, la piragüista vasca Begoña Lazkano finalizó sexta en la final de esta modalidad, con un tiempo de 1:54.140. Emma Jorgensen también consiguió la medalla de oro en esta categoría. Por último, el K-4 500 metros femenino, formado por Tania Fernández, Miriam Vega, Sara Ouzande y Begoña Lazkano, obtuvieron  el séptimo puesto en la final A. Las españolas finalizaron con un tiempo de 1:41.339, estuvieron luchando por conseguir el acceso a las medallas, donde el podio se lo repartieron las embarcaciones rumana, húngara y polaca.

En esta categoría, España finaliza en decimotercera posición, con una medalla en el medallero Europeo Sub-23, la conseguida en K-1 500 metros por Javier Cabañín. En un total de trece embarcaciones, el equipo español ha disputado nueve finales en las que ha luchado por las medallas. Una oportunidad donde los españoles han demostrado un buen nivel a nivel europeo.

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Sobre el autor
Jesús García León
Redactor de VAVEL Piragüismo. Nada es difícil si le pones motivación y trabajo a tus objetivos.