Pueda gustar o no, a nadie se le escapa el gran sentido del espectáculo que tienen las cadenas de televisión americanas. Todo se hace a lo más grande, lo más luminoso, lo más colorido... La mesa final de las WSOP no es menos, y el torneo más grande del año, se convierte también en más espectacular. La ESPN lo tiene todo pensado: para crear expectación se retrasa varios meses, y durante el verano se hace un resumen televisado en el que la audiencia crea sus héroes y sus villanos, hasta que por fin llega el día, y los "November Nine" vuelven al Casino Rio de Las Vegas, acompañados de sus amigos (que luchan por ser los más ruidosos) a jugar la que presumiblemente será la mayor partida de su vida, pues entre los nueve se iban a repartir 26.667.430$.

Para ello se preparan todo el verano, normalmente ayudados por jugadores reconocidos que les ayudan a estudiar a sus rivales, y más tarde apoyan a sus alumnos, como Jonathan Duhamel, Jesse Sylvia o Mike Matusow. No obstante, en vez de jugar en la Sala Amazon, se juega en el teatro Penn and Teller, con gradas para las aficiones de cada jugador. Puro espectáculo.

Hacia las 2 de la mañana comenzaba la retransmisión en España, con 15 minutos de retraso para proteger la integridad del juego al enseñar las cartas. En Las Vegas eran las 5 de la tarde y los 9 jugadores comenzaban el octavo día de competición con ciegas 200.000/400.000 con ante de 50.000, tras los 7 días de Julio donde más de 6300 jugadores fueron eliminados. El juego en este tipo de mesas es muy predecible, los jugadores cortos buscan doblarse cómo sea, mientras que los stacks medios juegan conservador, pues los saltos de premios son enormes, y acabar noveno cuando vas quinto en fichas cuesta millones.

La primera mano importante doblaba a Newhouse cuando sus Damas reventaban los Reyes de McLaughlin, que le aupaba a los 15 millones de fichas. Minutos después era el otro jugador corto, David Benefield (considerado por muchos el mejor jugador de la mesa final, aunque su situación no le permitió desplegar su juego) el que se doblaba cuando su K9 de picas ligaba color ante el KJ de Loosli. Pero los dos seguían realmente cortos, y Newhouse era eiminado 9º (733.224$) con 99 contra el AK de Ryan Riess. Otro AK, en este caso de Jay Farber eliminaba a Benefield en 8ª posición (944.650$).

Las ciegas ya habián subido a 250.000/500.000-50.000, y Brummelhuis era el que entraba en zona de peligro. En dos manos pasó del paraíso al infierno, primero se doblaba con 99 ante el AQ de Riess, pero en la siguiente mano era eliminado cuando esta vez sus nueves no podían con los Ases de Ryan Riess que se ponía líder con más de 55 millones. El holandés finalizaba en 7ª posición (1.225.356$). Después vinieron 4 horas sin eliminados, y lo más importante fue la caída de McLaughlin a la última posición, hasta que se consiguió doblar AKvsA7, dejando al primero al principio del día y máximo favorito JC Tran cómo último en fichas.

La nota cómica de la Mesa Final fue la "invasión" de un espontáneo disfrazado de Oso Panda que fue reducido por la Seguridad del evento, aunque no pudo verse en televisión, ya que fue cortado por la cadena. Donde sí pueden verse fotos es en los Twitters de algunos asistentes.

Pasada ya la medianoche en ciudad del pecado, todo parecía indicar que quedaban varias horas de juego (de los 6 restantes sólo podían quedar tres), pero en 45 minutos se vivieron cuatro eliminaciones. La primera fue el "cooler" del año, que le cayó a Mclaughlin, que acababa All-In con Reyes, pero Jay Farber levantaba Ases poniendose muy líder (95 millones) y dejando al canadiense en 6ª posición (1.601.024$). Poco después era JC Tran el eliminado, confirmandose como la decepción de la Mesa Final, y otra vez Jay Farber era el verdugo KQvsA9, Tran acababa 5º (2.106.983$). Poco más tarde, era Amir Lehavot es que se doblaba para ser eliminado después con Q7vsAT de Riess, el israelí 4º, se llevaba 2.792.533$.

Aunque el día debía terminar en ese momento, se jugó una última mano para no dejar el botón muerto. Loosli, bastante corto respecto a sus dos rivales, se ponía All-In con 77, pero Ryan Riess tenía TT, dejando lo que debía ser un día 9 con acción a 3 bandas como un Heads-up. El francés, mejor no-americano del torneo, se llevaba 3.727.823$.

Los dos supervivientes se iban a descansar (eran casi las 2 a.m.), para volver al día siguiente para luchar por más de 3 millones de dólares, y el trofeo deportivo más valioso que existe, el brazalete de las WSOP (valorado en 500.000$). Jay Farber, jugador amateur de Las Vegas, relaciones públicas de profesión, comenzaba el Heads-Up con 105 millones de fichas. Ryan Riess, de West Lansing, Michigan; partía como favorito por su mayor nivel de juego, aún siendo más joven (23 años) y tener menos fichas: 85 millones.

El 5 de noviembre, sobre las 6 de la tarde en Nevada (3 a.m. en España) comenzaba el Heads-Up (ciegas 500.000/1.000.000-150.000), que no tuvo demasiada historia, ya que Jay Farber no opuso excesiva resistencia ante el dominio de juego (y en el reparto de cartas, todo sea dicho) de Ryan Riess.

Aunque Farber se quedó en 20 CG, se dobló y después Riess intentó pillar un farol de Farber con carta alta Q, pero su rival tenía color volviendo a más de 60 millones. Pero a partir de ahí comenzó a ganar botes medios hasta dejar a Farber de nuevo en menos de 15 ciegas, dándole la puntilla con AK contra el Q5, el board 4JT34 no cambiaba nada, proclamando a Ryan Riess como nuevo campeón del mundo. El propio Greg Merson (Campeón 2012) le entregaba el brazalete y los 8.361.570$ que esperaban encima de la mesa. Jay Farber se llevaba un premio de "consolación" de 5.174.570$ por su segunda posición.

Con esto terminan las Series Mundiales de este año, que se cierran con 1 brazalete (En París), 5 mesas finales (3 en LV y 2 en París) y más de 2 millones de dólares para los jugadores españoles, pero que en 2014 se podrán mejorar los registros. Hacia marzo las WSOP APAC volverán a Melbourne, y en junio, las originales en el Rio.