Siria cruza la línea roja
Bashar al-Assad, ante la mirada internacional. | Foto: abc.es.

Estados Unidos ha decidido intervenir en Siria después de asegurar tener pruebas que demostrarían que el gobierno de Bashar al-Assad habría utilizado armamento químico. Barack Obama ha autorizado un futuro ataque militar en Siria con el objetivo de bombardear almacenes armamentísticos, instalaciones militares y de comunicación sirias. Para ello, el presidente estadounidense ha decidido primero pedir la aprobación del Congreso para actuar “como una nación”. Obama se ha encontrado en un dilema y finalmente ha optado por la decisión de actuar en el país de Oriente Próximo.

Obama pide la autorización del Congreso

Esta medida tomada por la Casa Blanca ha sido enormemente criticada. Una vez más, Estados Unidos entrará en guerra, estando todavía muy presentes los conflictos de Afganistán e Irak y la intervención en la Libia de Gadafi. Hace dos años que la primavera árabe llegó a la república siria y los muertos siguen aumentando sin poder fijar una cifra exacta. La estimación de bajas civiles estaba el pasado enero sobre los 60.000 según Naciones Unidas, rondando actualmente las 80.000 víctimas.

Orígenes de la revolución en Siria

Fue en marzo de 2011 cuando la primavera árabe llegó a Siria después de extenderse por Egipto, Túnez o Libia. La revuelta comenzó en la ciudad de Deraa cuando unos jóvenes fueron detenidos por haber pintado unos grafitis contra Al Assad, posteriormente fueron torturados. Aquello provocó manifestaciones que reclamaron su liberación, aunque fueron frenadas por las fuerzas de seguridad del estado, causando víctimas mortales. El presidente empezó así a tomar medidas represivas contra la sociedad siria.

Bashar al-Assad no estaba, ni está, dispuesto a ceder ante las presiones de la población, de sus ciudadanos. Los Assad han gobernado Siria desde los años 70, primero con Hafez al-Assad, padre del presidente actual, que cogería las riendas del país después de la muerte del progenitor. Desde que llegaron al poder, los Assad han diseñado un régimen dictatorial basado en el partido gobernante (el Baath Árabe Socialista, formación panárabe,) y en los órganos de seguridad del estado.

¿Por qué atacar justamente ahora?

Estados Unidos decide atacar ahora Siria porque el régimen habría utilizado supuestamente gas sarín contra la población civil. Obama anunció en agosto del 2012 que esa era la línea roja para Washington.

Lógicamente las críticas han inundado la decisión del gigante americano, acusado de actuar por interés geoestratégico y energético: Siria tiene acceso al mar Mediterráneo y es paso de gaseoductos y oleoductos. Pero sin una misión respaldada por la ONU, la mayor organización internacional que existe, ¿quién si no Estados Unidos puede llegar a frenar este continúo derrame de sangre? La vía diplomática no ha dado resultado. El ataque que Obama ordenaría llevar a cabo se haría desde mar y aire, es decir, en ningún caso se desplegarían tropas por tierra con el fin de evitar bajas. El presidente estadounidense pretende así convencer a la cámara baja y a la opinión pública que, parece ser, tampoco está convencida de esta nueva guerra. El ataque, además sería limitado en el tiempo y los objetivos serían infraestructuras militares sirias.

¿Es Siria el pretexto para una posterior intervención en Irán? Así lo creen los más duros con Estados Unidos. El conflicto sirio provocaría más inestabilidad en la región, aunque la finalidad de la entrada norteamericana no sea expulsar del poder a Bashar al-Assad, sino castigar al dictador destruyendo sus arsenales de armas químicas. Irán apoya militarmente a Al-Assad, y proporcionó armas al grupo chiita Hezbolá, cada vez más activo en Siria estando de parte del gobierno.

El papel de la ONU

La bandera de las Naciones Unidas debería ser la encargada de acabar con la matanza en Siria. La organización, mal engendrada des de sus orígenes, no tiene utilidad cuando sus decisiones están basadas en alianzas e intereses entre países amigos.

De esta forma, Estados Unidos recibe el apoyo de Reino Unido (que no intervendrá por la negativa del Parlamento británico), de Francia, Canadá o Israel (ya ha lanzado un mísil de ensayo). Mientras que Siria cuenta con el respaldo de la Rusia de Vladímir Putin, de China e Irán.

Rusia y China impiden una resolución de la ONU

Estas relaciones entre países han impedido una resolución del Consejo de Seguridad. Rusia y China han vetado cualquier decisión como miembros permanentes del órgano de Naciones Unidas. El funcionamiento de la organización impide de una forma u otra que se tomen decisiones importantes. El veto también ha provocado que los inspectores de la ONU enviados a Siria para verificar el ataque químico, puedan analizar los restos pero no investigar de donde proceden, es decir, averiguar quién es el responsable último de ellos.

El Nobel de la Paz inicia un proceso bélico

Ante esta situación, Barack Obama y sus aliados se han visto forzados a actuar. El presidente se enfrenta a un Congreso dividido, no solo por los republicanos, sino por la indecisión también de los demócratas que echan en falta un plan estratégico concreto. Obama también emprende este camino sabiendo que su índice de popularidad ha alcanzado su mínimo histórico. El que fuera galardonado prematuramente con el Nobel de la Paz inicia un proceso que puede llevarle a ser recordado como otro presidente estadounidense que llevó su país a la guerra, cuando precisamente predicó durante la campaña electoral que haría lo contrario.

Discurso del mandatario americano explicando por qué se debe atacar Siria (en inglés):

Fotografías artículo: oneway2day.wordpress.com, alertadigital.com.

Vídeo: Canal de la Casa Blanca en Youtube.

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