Son cuerpos hechos para el rugby, pero mentes creadas para el disfrute y la vida relajada. Fuerzas de la naturaleza que entienden el deporte como un ocio. Talentos puros capaces de ganar a cualquiera si tienen el día iluminado, y ser derrotados y humillados si no encuentran motivación y juego colectivo.
Ante Namibia, los del Pacífico se tomaron el partido como una victoria segura. Sabiéndose infinitamente superiores a los africanos, no jugaron con la intensidad a la que pueden hacerlo, pero aún y así, lograron todos y cada uno de sus objetivos. Una selección que maravilla y desconcierta a partes iguales, y que a buen seguro no será plato de buen gusto para los argentinos, que tendrán que vencerles si quieren meterse en los cuartos de final.
Objetivos conseguidos sin estridencias
Si hay un partido que los de Tonga tenían claro que debían ganar era éste. Encuadrados en un grupo muy complejo con Nueva Zelanda, Argentina y tras perder con Georgia, la única manera de eludir el fracaso absoluto era vencer a Namibia. Lo han conseguido y además, han sumado cinco puntos gracias al bonus ofensivo.
Salieron fuerte los del Pacífico, haciendo dos ensayos en los quince primeros minutos. Veainu y Ram fueron los que lo consiguieron, y pusieron una ventaja de 12-0 que pronto se vio reducida ante el empuje namibio. Tromp lograba un ensayo para los africanos, con la consiguiente transformación de Kotze. La defensa de los africanos parecía poder quebrarse cuando los tonganos quisieran, y quisieron en el minuto 25, a manos de Fosita. Lilo se mostraba imperial en el tiro a palos, y colocaba al descanso un marcador de 22-7.
Veainu y Ram fueron los mejores de los tonganos
Carrusel de cambios en los primeros minutos de la segunda parte, que no aminoraron el talento de unos y la intensidad de otros. Los namibios se afanaban en seguir siendo competitivos, aún a sabiendas de su fragilidad en la defensa. Los tongamos movieron rápido el balón y comenzaron a divertirse, haciendo el ensayo que les confería un punto extra por bonus ofensivo. De nuevo era a manos de Ram, y de nuevo Lilo transformaba con éxito.
No se amedrentaron los africanos, que siguieron atacando con alegría. Están dejando buenas sensaciones en este mundial, mostrándose como un equipo valiente y que, asumiendo su inferioridad física, mueve la pelota y se va arriba con ilusión. Así lograron otro ensayo, a manos de Burger, que era respondido unos minutos después por Tonga. Veainu repetía y el marcador no se movería hasta el minuto 67, cuando tras numerosos cambios, Burger exprimió su potencia y dio una nueva alegría a los namibios.
El duelo entre Argentina y Tonga puede decidir el clasificado para cuartos de final
Morath daba una patada muy acertada a golpe de castigo a final del encuentro, para ampliar la ventaja de Tonga y dejar el marcador definitivo de 35-21. La derrota contra Georgia es un tremendo lastre para los oceánicos, que solo podrían solventar si se conciencian de la necesidad de jugar en equipo. Nueva Zelanda parece inabordable, y será el encuentro contra Argentina por el que pasen sus escasas opciones de clasificarse.