No era un partido cómodo de jugar. Carentes de opciones de levantar el trofeo de campeones y con mucho que perder y poco que ganar, los dragones se presentaron en Cardiff con la ineludible obligación de ganar un partido intrascendente. Lo hicieron y, además con brillantez. Juego fluido, minutos a jugadores poco habituales y abuso de una Italia que sigue sin despegar. Los galeses tenían como único objetivo ser campeones, pero no se amilanaron al cuando percibieron que no era posible, y mantuvieron su profesionalidad.

Deleitaron a su público con un buen espectáculo, y se postulan como segundos clasificados y aseguran su posición como segundos en la tabla clasificatoria. Puesto de honor para un conjunto nacional que sigue in crescendo, pero que necesita de un título de postín para certificar su progresión.

El dragón echó fuego

Víctima propicia de la ira de los galeses fue Italia. Equipo frágil en defensa y falto de talento en ataque, los transalpinos cerraron un torneo realmente fatídico para ellos, siendo apalizados en Cardiff. Desde los primeros compases del partido se vio que no estaban centrados. Ya en el minuto cuatro, Webb aprovechó un despiste de la zaga italiana para abrir el marcador. Eso desató el show de Biggar, que con dos conversiones, dos golpes de castillo y un ensayo, martirizó a Italia. Davis cerró el festival en la primera parte, dejando el marcador en un contundente 27-0. 

Dan Biggar en VI Naciones. Foto: rbs6nations.com
Dan Biggar en VI Naciones. Foto: rbs6nations.com

Sin noticias de Italia en ataque hasta el minuto 53

Roberts y North dieron continuidad a la orgía de rugby de los galeses, y llegó el primer fallo de Biggar pateando. Nada más que una anécdota, al igual que la inauguración del marcador italiano. Palazzani logró ensayar ante la displicencia de la defensa galesa y se desató un intercambio ofensivo que hizo las delicias del público, y no tanto de los entrenadores.

Williams y Moriarty en dos ocasiones, cerraron un abultado marcador, que incide en la crisis existencial del rugby italiano. No es nada halagüeño el futuro de los transalpinos si no dan un giro de 180 grados. Por su parte, Gales puede irse satisfecha de su torneo, y asumiendo que hay cosas por mejorar pero que cuenta con una sólida estructura, a partir de la cual construir un proyecto de futuro.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.