El supuesto parricida de San Juan de la Arena que se suicidó este jueves tras acabar presuntamente con la vida de sus dos hijas de 7 y 9 años, había sido denunciado por maltrato por su mujer, que llegó a pedir en el juzgado en 2013 medidas de protección, aunque no se las concedieron, según ha señalado el consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez.
El suceso ha causado gran conmoción en la localidad asturiana. El padre de las menores las habría matado para, seguidamente, suicidarse arrojándose desde un viaducto situado en la Autovía de Cantabria (A-8). El hombre se había separado de su mujer y en ese momento disfrutaba del régimen de visitas con las niñas.
El consejero de la Presidencia del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez, ha afirmado que en su momento hubo una denuncia por maltrato psicológico, que acabó siendo considerado como un caso de vejaciones, y una petición de orden de protección por parte de la ex mujer, que fue denegada.
Martínez no ha querido detallar si la denuncia se llevó a cabo cuando aún convivían juntos o cuando ya estaban separados, porque prefería "respetar el dolor de la familia". Ha dejado ver la "repulsa y condena" del Gobierno asturiano por el fallecimiento de las niñas y ha puesto a manos de la familia el equipo de respuesta inmediata para prestar respuesta psicológica.
