V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús
Foto: webcatolicodejavier.org

Son muchos los Santos que se conocen, de todos los rincones del mundo, de todas las razas, con idiomas dispares; pero cuando se habla de Santa Teresa de Jesús, parece que se habla de algo superior, Santa Teresa está un escalón por encima del resto en lo que a espiritual se refiere. El 28 de marzo de 2015 se cumplen 500 años del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, la mujer divina que sirve de referencia a la propia Iglesia, la cual la nombró Doctora de la misma. Es tan fuerte su carga espiritual y emocional que es conocida por todos los lugares donde existe fe, y donde no la existe.

Vida de Santa Teresa de Jesús

El 28 de marzo de 1515 nacería una mujer que pasaría a la historia por su buen hacer. Ávila sería la ciudad escogida para tener ese prestigio, hija de Don Alonso Sánchez de Cepeda y Doña Beatriz Dávila de Ahumada. Teresa tendría diez hermanos y dos hermanastros.

Su madre murió cuando ella era muy pequeña, al sentirse vacía, fue a la Virgen para que la protegiera desde la figura materna. Al principio era muy reacia al tema religioso, a ella como a cualquier mujer de su época le ilusionaba formar un proyecto familiar fuera de los conventos.

A Teresa le apasionaban los libros de caballería, algo que heredó de su madre; con su hermano Rodrigo se fue con la intención de luchar contra los moros; pero su tio al encontrárselos por el camino los llevó de nuevo a casa.

Entrando en el terreno amoroso de la Santa, existía cierta química entre su primo y ella, algo muy habitual en aquellos tiempo. Pero su padre no veía esa relación con buenos ojos, y por ello la metió en el convento para que se relajara y recapacitara. Ella era obediente a su padre y se metió, pero como algo pasajero, no con la intención de permanecer allí de por vida.

Cayó enferma en el convento, y su tío la sacó para que se curara; Teresa se fue con su hermana al campo para rehabilitarse. Allí conoció a una curandera que le dio unos remedios, con la mala fortuna para Teresa que empeoró. Al encontrarse mejor volvió al convento, esta vez fue ella la que tenía la voluntad de ingresar, y sin embargo, era el padre el que la aconsejaba no meterse por su delicado estado de salud, que permanecía constante en su cuerpo, y le acompañó prácticamente toda su vida. Pero ella lo tenía claro, quería experimentar lo que sentía en el corazón, cosas que ella no entendía.

Comenzaban las visiones con Dios; cuando ella se lo comunicó a su confesor, el cual al principio tuvo sus dudas, este le dijo que mirara si era de Dios o del diablo, del bien o del mal. Ella no se veía digna de ver a Dios, pero era algo inevitable, con el tiempo se daría cuenta que era Jesucristo el que hablaba con ella. En los momentos de oración, veía a Cristo en la Cruz. Desde lo divino le pedían un cambio en los conventos. Unas reformas que ella debería llevar a cabo, con otra doctrina distinta a la que se llevaba hasta ahora, más recogimiento y menos salidas, algo más serio.

Habló con los obispos, cardenales, y demás personajes relevantes en la vida religiosa, avisándoles de las fundaciones que Dios le pedía, y tras tanto padecer y sufrir le vino el permiso.

Salió del convento de la Encarnación con la compañía de tres monjas, y se fue a fundar un convento en una casa; se trataría del convento de San José en Ávila, el primer convento que fundó. Se trataba de una casa en ruinas que le cedieron para tal propósito, y se metieron sin nada, solamente disponían de unas velas que pudieron sacar del anterior convento. Pidieron para levantar de la casa en ruinas un espacio de paz y sosiego. Al principio lo paso mal porque la gente del pueblo criticaba, incluso echaron la puerta abajo, para experimentar qué hacían allí; observarían que estaban rezando. El pueblo, al ver a las tres monjas rezando, se pondrían de rodillas como acto de disculpa hacia sus pensamientos.

Tuvo muchos contratiempos con la misma iglesia, pero Dios le daba fuerza, y a pesar de la enfermedad y el cansancio seguía adelante. Teresa de Jesús en aquellos tiempos era una revolucionaria, hoy reconocen lo que fue por el mundo entero. Creyentes y no creyentes se enamoran de ella en su escritura; de los libros que escribe destacan " Camino de Perfección", las Moradas, y su propia vida. Los que lo leen sacan amplias virtudes, y observan la bondad de la Santa, y el amor a Cristo.

Existía el Carmelo Calzado, con doctrinas antiguas, surgiría entonces el Carmelo Descalzo. Fundado por Teresa de Jesús, era una reforma dentro de la orden, no quería que en el convento hubiera legos (esclavos), porque todas iban juntas al servicio de Dios, sin ser unas superiores a otras. Una vez que dejaba fundado los conventos, y ella marchaba a otros, volvían a entrar los legos (con velo blanco), y volvían a hacer lo que no se había estipulado con la fundación de Teresa de Jesús.

Murió con 67 años en Alba de Tormes tras una larga enfermedad, le llegó la muerte de madrugada en el convento de Alba de Tormes, pedía "por caridad un trocito de tierra para poder posar su cuerpo", y de allí no saldría, al morir le daba gracias a Dios y a su comunidad; sus últimas palabras serían: " por fin muero siendo hija de la Iglesia".

Fundaciones

Fundó en total 17 conventos: Ávila (1562), Medina del Campo (1567), Malagón (1568), Valladolid (1568), Toledo (1569), Pastrana (1569), Salamanca (1570), Alba de Tormes (1571), Segovia (1574), Beas de Segura (1575), Sevilla (1575), Caravaca de la Cruz (1576), Villanueva de la Jara (1580), Palencia (1580), Soria (1581), Granada (1582) y Burgos (1582), en el año de su muerte.

Foto: revistaecclesia.com

Celebraciones en su memoria

En su V Centenario, se hará una gran fiesta en honor a ella, Malagón, Alba de Tormes, Ávila... muchos son los lugares donde ese día se celebre el día de Santa Teresa; con vísperas, convivencias, comidas, misas, procesiones de su imagen, partidos de fútbol amistosos... para recordar la imagen de Teresa, para que permanezca su espíritu entre la gente que aún la recuerda por lo que fue. El Papa Francisco, le tienes un gran respeto y aprecio a esta Santa, y en muchas ocasiones ha mostrado su devoción por Santa Teresita del Niño Jesús, que también es de la orden de Santa Teresa.

A parte de la orden Carmelita en las monjas y los sacerdotes, también están los seglares terciarios de la orden, personas con vidas normales, dedicadas a sus familias, trabajos etc; realizan una gran labor para los más necesitados, (ancianos, pobres, niños, mujeres maltratadas...).

Los seglares carmelitas, junto a las monjas y sacerdotes son los que organizarán este gran día, en muchos rincones del mundo. La ciudad de Linares es la que cuenta con un mayor número de componentes carmelitas de toda España, con cerca de 65 personas, y donde abunda la juventud dentro de esta orden en dicha localidad. En Beas de Segura son 13 los jóvenes que cogerán el escapulario para formar parte del Carmelo Seglar de Linares, una cita histórica por tratarse del V Centenario de Santa Teresa.

El espíritu de Santa Teresa sigue vivo, los seglares tienen la suficiente formación para engrandecer sus corazones en la misma orden. Santa Teresa vive muy de cerca en estos seglares, al igual que en las madres y padres carmelitas.

Poema identificativo de la Santa

Nada te turbe,

nada te espante,

todo se pasa,

Dios no se muda,

La paciencia,

todo lo alcanza,

Quien a Dios tiene,

nada le falta.

Sólo Dios basta.

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